Más de una veintena de personas murieron en la Franja de Gaza, de ellas 16 en la ciudad de Rafah, en el sur, tras otra noche de intensos bombardeos israelíes, incluidos ataques contra tiendas de campaña para desplazados cerca de los centros de refugio de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA).
Según informaron a EFE fuentes desde Rafah, al menos siete personas murieron en la zona de Al Hashash, mientras que otros siete perecieron en ataques contra el campamento de desplazados en Al Baraksat, en el noroeste de la localidad y próximo a los refugios de la UNRWA.
Otros dos gazatíes, en concreto un anciano y un niño de diez años identificado como Muhamad al Faraa, fallecieron en ataques de artillería, también en Rafah.
La familia del niño dijo hoy al canal catarí Al Jazeera que su domicilio fue blanco de un bombardeo cuando se disponían a abandonar el barrio de Zourob, donde fuerzas israelíes están incrementado sus ataques, en busca de algún lugar seguro.
Esta madrugada también hubo movimientos de vehículos militares israelíes y excavadoras "bajo intensos disparos de bombas de humo y bengalas", además del uso de helicópteros y drones, en este mismo barrio, informaron a EFE fuentes locales.
Además, otras seis personas murieron en un ataque israelí en el norte de Gaza en el que también resultó herido un doctor cerca del hospital Kamal Adwan, que dejó de funcionar hace más de una semana tras un duro asedio militar.
También se dieron intensos bombardeos en el barrio de Tal al Sultan, supuesta "zona segura" en el noroeste de Rafah con cientos de desplazados y donde la madrugada del domingo ya perecieron al menos 45 gazatíes como consecuencia de un ataque israelí que desencadenó un incendio.
Según denunció hoy la oenegé Médicos Sin Fronteras (MSF), algunos de esos ataques tuvieron lugar cerca de su centro de estabilización (donde atienden los casos más severos) en este barrio, lo que impidió al personal médico tanto entrar como abandonar el recinto donde atendían a pacientes.
"No se ha permitido salir a los trabajadores que deberían haber terminado sus turnos, mientras que los que tendrían que haber empezado a trabajar esta mañana han tenido que desistir de hacerlo a causa de los combates. Exigimos una vez más un alto el fuego inmediato", expresó en la red social X Martina Marchiò, coordinadora médica de MSF en Gaza.
De acuerdo con la UNRWA, alrededor de un millón de gazatíes ya han huido en las últimas tres semanas de Rafah, desde que comenzó la ofensiva israelí terrestre en el área. Ahora también están siendo obligados a irse de la zona occidental de Rafah, rumbo a Jan Yunis, a medida que crecen los bombardeos y se acercan las tropas.
Desde el inicio de la guerra en Gaza, hace ya casi ocho meses, más de 36.000 personas han muerto, según datos del Ministerio de Sanidad gazatí, en un enclave sumido en una catástrofe humanitaria sin precedentes, con escasez de agua y de alimentos.
CONSEJO DE SEGURIDAD ONU SE REÚNE DE EMERGENCIA
En paralelo, el Consejo de Seguridad de la ONU celebra este martes una reunión de emergencia tras el ataque israelí en Rafah del pasado domingo en el que murieron casi medio centenar de personas, informaron fuentes diplomáticas a la CNN.
La reunión del Consejo de Seguridad fue solicitada por Argelia y fue convocada después de que el coordinador especial de la ONU para el proceso de paz en Oriente Medio, encargado de la cuestión palestina, Tor Wennesland, pidiera a las autoridades israelíes que lleven a cabo una "investigación exhaustiva y transparente" sobre el ataque.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, condenó este lunes el ataque y pidió acabar con "este horror".
"Condeno las acciones de Israel que han matado a decenas de civiles inocentes que solo buscaban refugio de este mortífero conflicto. No hay ningún lugar seguro en Gaza. Este horror debe terminar", escribió Guterres en su cuenta de X.
El ataque aéreo israelí, en el que murieron unos 45 palestinos, muchos de ellos niños, afectó a un campamento de tiendas de campaña para personas desplazadas en la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, donde la guerra ha causado unos 36.000 muertos, más del 70 % civiles.
Tras conocerse el incidente, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó que la muerte de civiles en Rafah, era un "trágico percance".