El primer ministro británico, Boris Johnson, coincidió con su homólogo iraquí, Adel Abdelmahdi, en que "trabajarán juntos para hallar una vía diplomática" a la crisis desatada en el Golfo Pérsico.
Según infromación del Gobierno de Londres, ambos líderes sostuvieron una conversación telefónica y apoyaron la idea de "rebajar tensiones en la región" tras la muerte de Qasem Soleimaní a consecuencia de un ataque con drones perpetrado por Estados Unidos el viernes en Bagdad.
En esa acción militar norteamericana perdieron la vida ese comandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución de Irán y el vicepresidente de las milicias chiíes iraquíes Multitud Popular, Abu Mahdi al Mohandes.
Johnson y Abdelmahdi acordaron hoy además "trabajar juntos para hallar una vía diplomática".
Johnson remarcó el "inquebrantable compromiso del Reino Unido con la estabilidad y soberanía de Irak" y enfatizó "la importancia de la lucha continuada contra la amenaza compartida" del Estado Islámico (EI).
El Ejecutivo de Londres había instado al Gobierno de Irak que permita a las tropas extranjeras asentadas en ese país continuar la lucha contra la amenaza del Estado Islámico, mientras que el Parlamento iraquí aprobó una moción para instar al Gobierno a poner fin a la presencia de contingente extranjeros en el país.