La Reina Isabel II pidió resolver rápido el nuevo estatus de los duques de Sussex, Harry y Meghan, quienes este miércoles renunciaron a sus funciones como representantes de la monarquía británica.
Según informan medios británicos, la soberana conversó el jueves con su heredero, el príncipe Carlos, y sus hijos, William y Harry, para consensuar una solución a la situación de los duques de Sussex en "días y no semanas".
Los funcionarios de sus cuatro oficinas trabajarán para definir un nuevo papel para Harry y Meghan que se ajuste a sus aspiraciones, y cabe la posibilidad de no llegar a un acuerdo, en cuyo caso Harry, sexto en la línea de sucesión, podría perder o renunciar a sus títulos.
De acuerdo a The Daily Mail, Meghan regresó a Canadá, donde dejó a su hijo Archie bajo el cuidado de una niñera, mientras ella y Harry viabajan unos días a Londres, adonde llegaron el pasado lunes tras pasar siete semanas en dicho país.
Este miércoles, los duques de Sussex anunciaron que tienen la intención de alejarse de sus obligaciones oficiales como miembros "senior" de la monarquía y "trabajar para ser financieramente independientes".
De todas maneras, se apuntó que esperan seguir "apoyando a la Reina" con viajes y labores de representación, lo que implicará un cambio en su estatus y su financiación para evitar conflictos de interés.
La Casa Real expresó su disgusto y "decepción" por la decisión de los Sussex de anunciar sus intenciones de manera tan precipitada, pero la BBC señala que la prisa pudo deberse a que el diario The Sun revelaba ese día que la pareja planeaba mudarse a Canadá.
Una encuesta difundida hoy por YouGov indica que un 45 por ciento de los británicos apoya la decisión de Meghan y Harry de reducir su vida pública, mientras que un 26 por ciento se opone y un 30 por ciento no opina.