La reina Isabel II anunció hoy lunes que la familia real británica abrirá un "periodo de transición" para acomodar la nueva situación de los duques de Sussex, Harry y Meghan, durante el que pasarán tiempo entre Canadá y el Reino Unido, por su deseo de distanciarse de los compromisos con la monarquía.
Tras una reunión celebrada este lunes para aclarar el futuro papel en la casa real del hijo de Diana de Gales y su esposa, el palacio de Buckingham divulgó un comunicado en que la monarca señaló que existen "asuntos complejos que resolver" para los que se alcanzará una solución "en los próximos días".
Según medios locales, en la reunión de cerca de dos horas participó también Meghan por teléfono, ya que se encuentra en Canadá junto a su hijo Archie desde la semana pasada.
Después del encuentro se pudo ver a Harry, su hermano William y el padre de ambos, el príncipe Carlos, abandonando por separado la residencia real de Sandringham, ubicada en el este de Inglaterra.
En el escrito oficial, la soberana afirma que ella y su familia "apoyan completamente" el "deseo" de su nieto y la ex actriz de "crear una nueva vida como una familia joven", aunque admite que le hubiese gustado que permanecieran en sus papeles, según lo previsto.
"Aunque hubiéramos preferido que siguieran siendo miembros de la familia real que trabajan a tiempo completo, respetamos y entendemos su deseo de vivir una vida más independiente como familia mientras siguen siendo una parte valiosa de mi familia", señaló.
Los duques no quieren depender de fondos públicos
Si bien el comunicado no detalla las cuestiones que se abordaron durante la reunión, Isabel II sí se refirió a uno de los aspectos que más preguntas genera: la nueva forma de financiamiento a la que se atendrán los duques de Sussex de ahora en adelante.
"Harry y Meghan han dejado claro que no quieren depender de los fondos públicos en sus nuevas vidas", precisó la reina, por lo que les ha concedido este periodo transitorio.
Por estos días se estudiarán los modos en que puedan ser financieramente independientes, y pronto se conocerán más detalles sobre su nuevo estatus económico.
"Estos son asuntos complejos que mi familia debe resolver y aún queda mucho trabajo por hacer, pero he pedido que se tomen decisiones finales en los próximos días", precisó la monarca.
El 5 por ciento de sus gastos oficiales proviene de los fondos públicos que otorga el gobierno a la monarquía, mientras que la mayor parte de sus ingresos llega a través del ducado de Cornualles, la amplia cartera de propiedades e inversiones del príncipe Carlos.
La tensión ha aumentado desde que la semana pasada Harry y Meghan hiciesen público el anuncio, y ante las crecientes especulaciones de la prensa, el duque y su hermano William condenaron hoy el lenguaje "ofensivo" y "potencialmente dañino" usado en una noticia publicada esta misma jornada sobre su presunta mala relación y la calificaron de "falsa".
"Para hermanos a los que preocupan tan profundamente los asuntos relacionados con la salud mental (que defienden en sus campañas), el uso de ese tipo de lenguaje incendiario es ofensivo y potencialmente dañino", señalaron en otro comunicado.
Aunque oficialmente no ha trascendido el contenido del encuentro, se cree que los miembros de la familia real también podrían haber discutido si los duques de Sussex deben renunciar a sus títulos, y cómo se gestionará su seguridad si dejan de percibir fondos públicos.