El pontífice reaccionó al fallecimiento del niño británico que murió luego de ser desconectado tras una larga batalla judicial.
Sus padres acudieron a Jorge Bergoglio para trasladar al pequeño a Italia y seguir con su tratamiento, lo que no fue autorizado por la justicia inglesa.
El papa Francisco afirmó este sábado que está "profundamente afectado" por la muerte del bebé británico Alfie Evans, que sufría una enfermedad cerebral irreversible y que falleció tras ser desconectado de los equipos que lo mantenían vivo luego de una ardua batalla legal impulsada por sus padres para mantenerlo con vida y buscar un tratamiento.
"Estoy profundamente afectado por la muerte del pequeño Alfie. Hoy rezo especialmente por sus padres, mientras Dios Padre lo acoge en su abrazo de ternura", escribió el pontífice en Twitter.
Estoy profundamente afectado por la muerte del pequeño Alfie. Hoy rezo especialmente por sus padres, mientras Dios Padre lo acoge en su abrazo de ternura.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) 28 de abril de 2018
Los padres del pequeño, Tom Evans y Kate James, de 21 y 20 años respectivamente, anunciaron la muerte de su hijo durante la noche, después de que el lunes fuera desconectado de los aparatos de soporte vital que lo mantenían con vida dada su enfermedad cerebral degenerativa.
El papa recibió en el Vaticano al padre del niño el pasado 18 de abril y se ha manifestado en varias ocasiones sobre este tema, pidiendo incluso que se probaran "nuevas posibilidades de tratamiento" del bebé.
De hecho, el hospital pediátrico Bambino Gesú se había ofrecido a atender al pequeño y, para ello, el Gobierno de Italia le otorgó la nacionalidad y preparó una aeronave especial para su posible traslado, que finalmente no se produjo.
