Cerca de cien jefes de Estado o de Gobierno asisten al estadio FNB de Soweto (Johannesburgo) al servicio religioso oficial del ex presidente sudafricano Nelson Mandela, fallecido el pasado jueves a los 95 años de edad.
Se espera que decenas de miles de sudafricanos acudan asimismo a la ceremonia, en la que tomarán la palabra -entre otros- líderes como los presidentes de EE.UU., Barack Obama; Brasil, Dilma Rousseff; y Cuba, Raúl Castro, así como familiares y amigos de Mandela.
Aunque el acto comenzó a las 11:00 hora local (09:00 GMT, 06:00 hora de Chile), las puertas del estadio se abrieron a las 06:30 hora local (04:30 GMT), aunque un grupo de ciudadanos hacía ya cola desde una hora y media antes desafiando a la lluvia y cantando "Bula, bula, bula!" ("Abrid, abrid, abrid!").
"No hay mejor manera de honrar a Tata (padre, como llaman los sudafricanos a Mandela). Él fue un gran hombre", dijo Emely Mirake, de Pretoria, citada por la agencia local Sapa.
Las avenidas adyacentes al recinto se han cerrado al tráfico, y todos los que quieran acercarse al FNB deberán hacerlo con medios de transporte en común habilitados para la ocasión.
La organización ha dispuesto también autobuses especiales para la legión de periodistas extranjeros acreditados para el evento.
La prensa local prevé que el acto del FNB sea el mayor evento de este tipo de la Historia.
Además de encontrarse en el antiguo gueto negro de Soweto, donde Mandela vivió durante años, el estadio fue escenario en 1990 de uno de los primeros discursos pronunciados después de salir de la cárcel por el que fuera el preso político más famoso del mundo.
El campo, de más de 90.000 localidades, fue escenario de la final del Mundial de fútbol de Sudáfrica, disputada el 11 de julio de 2010 y en la que España derrotó a Holanda (1-0) y se proclamó campeona del mundo.
Pero la ceremonia tendrá también eco fuera del FNB, a través de las cerca de cien pantallas que lo retransmitirán en espacios públicos de todo el país y en otros tres estadios de Johannesburgo.