El Premio Nobel de la Paz y ex presidente sudafricano Nelson Mandela encara este miércoles su quinto día de hospitalización en estado grave, y recibirá la visita del jefe de Estado de Sudáfrica, Jacob Zuma, tan pronto este último pueda abrir un hueco en su agenda.
Así lo explicó esta mañana a la radio pública sudafricana SAFM el portavoz de Zuma, Mac Maharaj, que reiteró que el estado de Mandela no ha cambiado desde su ingreso en una hospital de Pretoria el pasado sábado, y sigue siendo "grave pero estable".
"El presidente Zuma lo visitará tan pronto como su agenda se lo permita", dijo Maharaj a la emisora estatal.
El gobernante, que se encuentra en Ciudad del Cabo (en el suroeste del país) para participar hoy en una sesión del Parlamento, aseguró anoche a la cadena de televisión pública SABC que Mandela está "muy grave" pero "estabilizado".
Es la primera vez que las autoridades sudafricanas califican de "muy grave" el estado del ex mandatario desde su hospitalización el pasado fin de semana por la recaída de una infección respiratoria.
Pese a ello, Zuma, que -según Maharaj- recibe constantemente de los médicos información sobre la situación de Mandela, cerró su intervención con un mensaje optimista.
"Lo conozco bien y es un gran luchador, y estará con nosotros muy pronto", dijo el jefe del Estado.
Cercanía familiar
Como ya ocurrió el lunes, Mandela recibió ayer la visita de sus hijas y su exmujer, Winnie Mandela.
Zenani Mandela, una de las hijas de "Madiba" -como se conoce popularmente al expresidente en su país- viajó esta semana desde Argentina, donde es embajadora de Sudáfrica, para estar al lado de su padre.
La actual esposa del que fuera Premio Nobel de la Paz en 1993, la mozambiqueña Graca Machel, permanece al lado de Madiba desde el momento en que fue internado en el hospital.
Mandela ha sido internado cuatro veces desde el pasado mes de diciembre, siempre por las afecciones respiratorias.
El primer presidente negro de Sudáfrica contrajo sus problemas respiratorios durante sus 27 años en las cárceles del régimen racista del "apartheid", contra el que luchó durante casi siete décadas.
Madiba fue elegido presidente de su país en 1994, cuatro años después de su liberación, en las primeras elecciones celebradas por sufragio universal en Sudáfrica, en las que todos los ciudadanos no blancos pudieron votar por primera vez.