Un sudafricano fue acusado de mantener cautivos durante ocho años en una habitación de un hostal de Johannesburgo a sus cuatro hijos, el mayor de los cuales tiene 24 años y sufre una discapacidad psicológica.
Según informaciones preliminares, el joven logró escapar hace dos semanas de la habitación donde se encontraba encadenado, mientras que sus hermanos fueron liberados el viernes.
"La habitación estaba llena de cosas sucias tiradas en el suelo", dijo al diario Daily Sun el oficial de Policía Bongani Mbonambi.
El acusado, un jardinero de 50 años, dijo que encerró a su hijo mayor debido a su enfermedad.
"Se vuelve muy violento, por lo que tenía que mantenerlo encadenado en la casa", argumentó.
El hombre, junto a su esposa, de 46 años, decidió encerrar además a sus otros hijos para protegerlos del "mundo violento" y evitar que fueran asesinados.
"Vivo puerta con puerta con ellos, pero nunca vi o escuché a los niños", declaró Mfihleni Ndaonde, vecino de la familia en el hostal, un vetusto edificio que en el pasado albergó a los mineros de zonas rurales que iban a trabajar a Johannesburgo y que en la actualidad sirve como vivienda para muchas familias del deprimido barrio de Alexandra.
Otro vecino aseguró que creía que los acusados regentaban en la habitación un negocio ilegal, ya que siempre mantenían cerradas las puertas de su domicilio.
Un caso parecido conmocionó a Sudáfrica la semana pasada, al conocerse que un hombre de la ciudad minera de Springs -en el este del área metropolitana de Johannesburgo- mantuvo retenidos durante 16 años en su domicilio a su mujer y sus cinco hijos.
El hombre, que supuestamente torturaba y abusaba sexualmente de su familia, debe comparecer este miércoles por segunda vez ante el magistrado que lo juzgará, después de que la vista se aplazara la semana pasada.