La investigadora Sofía Donoso planteó que la organización de secundarios no fue exitosa en la misión de "tener a la opinión pública detrás de ellos".
"Mucha gente va a estar en contra de esa manera de movilizarse", sostuvo en Cooperativa.
Opiniones divididas ha generado el boicot a la Prueba de Selección Universitaria, que sufrió múltiples suspensiones a raíz de los llamados a protestar e impedir su rendición, encabezados por la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES).
Aquello, al haber afectado a cientos de miles de jóvenes que estaban inscritos para dar el examen único del sistema de admisión a la educación superior, puede generar consecuencias negativas en el movimiento de los secundarios ante la opinión pública, planteó la socióloga Sofía Donoso, investigadora adjunta del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social de la Universidad de Chile.
"Los movimientos sociales no solamente se activan participando en marchas o convocando a boicots, también tienen una importante labor en cuanto a construir sentido común; y en ese sentido la ACES quizás fue más exitosa en ese accionar, pero quizás no han sido exitosos en construir sentido común, de tener a la opinión pública detrás de ellos", expuso en conversación con El Diario de Cooperativa.
A su juicio, "mucha gente va a estar en contra de esa manera de movilizarse, y de alguna manera esa disputa por sentido común quizás ayer la perdieron".
Consulta sobre si esa forma de manifestación puede equipararse a los llamados a evadir el pago del Metro, lo que desembocó en el estallido social, Donoso precisó que "no son comparables, porque en el fondo el llamado a evadir el Metro fue una acción de desobediencia civil, si queremos (decir), y no daña directamente la prójimo como lo hizo ayer el boicot a la PSU".
Eso sí, la evasión y otras acciones en el Metro sí "generaban molestia", señaló, ya que "en el fondo los repertorios de movimientos sociales inevitablemente tienen que generar cierta molestia, disrupción, sino difícilmente tienen un impacto".
Asimismo, sostuvo que en "si hay algo que ha quedado claro con este estallido social es que el descontento con los niveles de desigualdad que tenemos en este país, que se expresa en distintos ámbitos, estaba mucho más enraizado en la población de lo que quizás pensábamos, de ahí la cantidad de gente que se ha manifestado en las calles y en otros modos de acción, y la cantidad de gente que dice estar de acuerdo con el movimiento social y de las demandas planteadas", concluyó.
