Exportadores y productores de fruta advierten de desempleo por heladas

Los gremios de productores y exportadores de frutas advirtieron del grave impacto que pueden tener los daños causados por las heladas en los empleos de trabajadores agrícolas, especialmente temporeros.

Se estiman pérdidas por mil millones de dólares tras las bajas temperaturas que destruyeron plantaciones completas en Fiestas Patrias, ante lo cual el presidente de la Asociación de Exportadores de Fruta (Asoex), Ronald Bown, manifesó que "hay personares de nuestra industria que están pensando cerrar una planta".

"Si tienen dos plantas van a cerrar una porque no tienen la capacidad para que operen las dos plantas y eso en función específicamente de lo que pasa en la cosecha. Obviamente va a haber pérdida de trabajos", detalló.

Cristián Allendes, presidente de Fedefruta planteó que "nos tildan de llorones y tratamos de ser lo más realistas posible: creemos que alrededor de 100 mil trabajadores (se van a ver afectados). No somos exagerados y los problemas van a seguir aumentando porque la fruta está en un proceso de desarrollo vegetativo que va a ir mostrando los daños a medida que van pasan los días".

Sin embargo el ministro del Trabajo, Juan Carlos Jobet, afirmó que los números serán menos dramáticos: "Hay distintas cifras, nosotros vamos a dar las cifras que como Gobierno nos parecen razonables".

"La cifra de 100 mil trabajadores tienen que ver con el posible efecto total que esto podría tener, pero es no descuenta la enorme cantidad de empresas que en los años anteriores necesitaban mano de obra y no pudieron conseguirlos. Estimamos entre 30 mil y 40 mil personas", dijo el secretario de Estado.

Pese a las peticiones de los gremios, el ministro de Agricultura, Luis Mayol, descartó que se vaya a decretar estado de catástrofe en la zona afectada, principalmente la Región de O'Higgins.

"La catástrofe es otra cosa. La declara el Ministerio del Interior y tiene que ver con otras cosas. Está declarada en la Región de Coquimbo donde hay ocho años de sequía y eso es para que los camiones aljibes lleven agua donde no la hay, darles fardos de pasto a los pequeños productores de caprinos", argumentó.

"Eso es otra cosa, cuando hay un terremoto, una inundación. Esta emergencia agrícola es mucho más específica y focalizada en los daños de la agricultura", afirmó.