En el día de su cumpleaños 58, Ricardo Yáñez Reveco concretó este viernes su esperada renuncia como general director de Carabineros, a raíz de la formalización que enfrentará la próxima semana -que intentó postergar numerosas veces sin éxito- y en línea con el estándar fijado por el Gobierno, de que ninguna autoridad debería mantenerse en el cargo si está imputada en el marco del cumplimiento de sus funciones.
A Yáñez se le formalizará junto a su predecesor, Mario Rozas, y al exsubdirector Diego Olate por el delito omisivo de apremios ilegítimos con resultado de lesiones graves y homicidio, presuntamente cometido entre octubre de 2019 y el 31 de marzo de 2020, época del estallido social en que el actual jefe la policía ejercía como director nacional de Orden y Seguridad.
La audiencia estaba originalmente agendada para el 7 de mayo, pero en medio de la conmoción por el crimen de tres carabineros en Cañete en abril, el Ministerio Público solicitó aplazarla y quedó programada para el próximo martes 1 de octubre.
Durante los últimos meses, Yáñez solicitó infructuosamente que la formalización fuese postergada nuevamente, con miras a poder finalizar su período al mando de la policía uniformada, que vence el 19 de noviembre. Este viernes le fue rechazado su último intento, luego de la Corte de Apelaciones de Santiago declaró inadmisible un recurso de amparo de su defensa.
De esa manera, su dimisión, que ya era inminente, se esperaba en cuestión de horas, lo que finalmente ocurrió este viernes por la tarde.
"CONVICCIÓN PERSONAL"
Su dimisión fue informada por la Presidencia de la República, a través de un comunicado donde también anunció el nombramiento como sucesor al general Marcelo Araya, hasta hoy subdirector general de la institución.
Al mismo tiempo, el propio Yáñez entregó sus explicaciones a la prensa, tras salir de La Moneda, pasadas las 17:00 horas de hoy.
"He presentado mi retiro voluntario", decisión que se funda "por un tema de convicción personal, de que frente a la inminente audiencia de formalización, jamás habría pensado ir en mi condición de general director", argumento en su alocución el saliente jefe de Carabineros.
"El respeto hacia la institución, hacia mis carabineros, hacia el uniforme que porto y a mi trayectoria institucional, me obligan a tomar esta decisión, que duele, pero es un deber", enfatizó.
Sobre su gestión, destacó: "Con el Presidente de la República he tenido, desde el primer día, una relación con suma franqueza, de una comunicación permanente (...) que me ha permitido desarrollar un proyecto institucional de modernización y reforma que ha dado muy buenos resultados, y estamos muy orgullosos de ello".
En la misma línea, reiteró su valoración a la actitud que le mostró el Presidente Gabriel Boric: "(Debo) agradecer siempre la buena disposición hacia mi persona, no sólo respetándome como general director, sino como la institucionalidad que represento en Carabineros. Sólo (puedo expresar) muestras de gratitud por el apoyo que me ha brindado durante esta gestión".
"Me siento plenamente desarrollado y feliz de haber podido dirigir la institución durante estos casi cuatro años, y haber formado parte de ella durante casi 39 años", manifestó.
Yáñez ya venía realizando esta semana algunos actos simbólicos en tono de despedida -reuniones con viudas de "mártires" y visitas a comisarías atacadas durante el estallido social-, y dentro de las actividades de este viernes, estuvo en la Escuela de Formación durante la mañana y luego, tras regresar al edificio institucional -frente a La Moneda-, salió a un almuerzo con su familia.
CUARTO GENERAL DIRECTOR SEGUIDO QUE NO COMPLETA SU PERÍODO
Así las cosas, Yáñez se convirtió en el cuarto general director consecutivo que no logra completar su mandato, pese a que intentó diferenciarse de sus antecesores, todos quienes salieron en medio de escándalos: Bruno Villalobos, en 2018, por la "Operación Huracán"; Hermes Soto, a fines de ese mismo año por el caso Catrillanca; y Rozas, en 2020, cuestionado por excesos de Carabineros en el Sename y durante el estallido social.
Gustavo González Jure es el último jefe de Carabineros que pudo durar los cuatro años que corresponden, entre el 8 de septiembre del 2011 a la misma fecha del 2015. Sin embargo, años después de haber dejado el cargo fue procesado por malversación de caudales públicos y falsificación de instrumento público, en el marco del "Pacogate" que también involucra a otros exgenerales directores, entre ellos Villalobos y Eduardo Gordon.