El exsubsecretario de Previsión Social Christian Larraín (independiente) afirmó que sigue sin conocer las razones de fondo que tuvo el Gobierno para removerlo de su cargo el viernes y volvió a negar la denuncia por presunto acoso sexual que se ha planteado públicamente como el motivo.
"Solo sé que se me pidió la renuncia por una denuncia de acoso sexual, y cuando pedí antecedentes no me dijeron quién ni el alcance o los contenidos, se me informaron puras generalidades, uso de lenguaje inadecuado en público", contó en conversación con El Diario de Cooperativa.
"Se ha dicho que había que velar por el buen ambiente de trabajo, y la verdad es que el ambiente en la Subsecretaría era de primer nivel. Cuando me retiré, de todo mi equipo directivo, mayoritariamente mujeres, recibí puros agradecimientos y comentarios elogiosos. El jueves tuve una reunión con la asociación de funcionarios, donde lo único que hubo fueron halagos hacia la relación las autoridades (...) No sé de dónde puede haber surgido esta denuncia, pero lo que sé es que (...) había una óptima relación de trabajo", sostuvo.
Aseguró que durante su gestión "funcionaba con la política de puertas abiertas, mi oficina estaba siempre con la puerta abierta y cualquier funcionario, independientemente del nivel, podía entrar y salir a su antojo". Por ello, "me cuesta mucho entender de qué se trata esto".
NO CONFÍA EN EL SUMARIO: "SE DAÑÓ MI INTEGRIDAD"
El ingeniero comercial lamentó que tras su salida ha sentido menoscabada su figura pública: "Se dañó mi imagen, mi integridad, sin ningún resguardo del debido proceso y con acusaciones extremadamente vagas y confusas. Mi preocupación es que eso no quede flotando en el aire, que mi imagen quede restablecida como corresponde".
Dijo entender que cargos como elo de subsecretario están sujetos a la confianza del Presidente de la República, por lo que "si el Mandatario estima que uno ya no agregar valor en las funciones o si soy un subsecretario incómodo para la ministra, estaban en todo su derecho para sacarme".
Pero reiteró su planteamiento de que su remoción estuvo marcada por la "cultura de la cancelación, en el sentido de que se puede desechar a una persona sin dar ninguna justificación o argumento de las causas".
La ministra del Trabajo, Jeannete Jara, reprochó ayer que Larraín "salga generando conflictos que no son efectivos" y confirmó la apertura de un sumario para aclarar la denuncia.
El ahora exsubsecretario, sin embargo, cuestionó el momento en que se instruyó la investigación administrativa. "Mientras yo estuve en la Subsecretaría, la ministra nunca pidió el sumario", afirmó, remarcando que "sería muy raro que la ministra lo pidiera ahora porque querría decir que hay muy poco entendimiento de cómo funciona esto, porque no se puede llevar un sumario contras alguien que ya ha dejado de ser funcionario del Estado; y la máxima sanción ya se aplicó, que es el despido".
"Todo lo que contribuya a la transparencia, bienvenido. ¿Pero qué confianza puedo tener respecto a un sumario (...) de un procedimiento administrativo tan irregular (...) efectuado ex post a mi salida y dirigido por una persona que ya prejuzgó? Por que la ministra ya prejuzgó y decidió que los hechos en su conocimiento ya eran de la suficiente gravedad para aplicar la máxima sanción", fustigó Larraín.
Con todo, rechazó la denuncia que desencadenó su salida: "Yo descarto categóricamente haber cometido algún acto o proferido palabra, de ninguna connotación, dirigidos a un hombre o mujer de la Subsecretaría, porque se habla de que hice expresiones supuestamente inadecuadas en público, ni siquiera a solas en mi oficina".
En tanto, la secretaria de Estado en una entrevista en Meganoticias dijo lamentar que la situación fuera expuesta de esta manera, pero comentó los dichos de Larraín en la prensa le confirmaron la buena decisión de haberle pedido la renuncia. Además, ratificó que fueron dos mujeres la que lo denunciaron.
"Resulta que al subsecretario se le pide la salida porque hay gente que la estaba pasando muy mal en la subsecretaría. Hay una parte que es la que no se ha visto, pero aquí son las víctimas las que estuvieron sometida a estas conductas y son las que precisamente hicieron llegar estos antecedentes. Entonces como ministra me corresponde preocuparme que la organización tenga un buen trato acorde", expresó Jara.
REPRENDIDO FRENTE A 30 PERSONAS EN EL CONGRESO
Larraín, que se definió como un independiente cercano a partidos como el PS y el PPD, en el Socialismo Democrático, confirmó en Cooperativa que en los últimos meses había tenido diferencias con la ministra Jara (PC) en torno a la reforma previsional.
"En febrero ya me di cuenta de que la reforma, como estaba, muy querida para mí en lo personal, no tenía los votos para ser aprobada. Y empecé a socializarla con parlamentarios de todo el espectro político para buscar salidas. El 3 de mayo participo en un seminario de Price Waterhouse, donde hago una presentación y digo una obviedad: las cuentas nocionales no gozan de mayorías parlamentarias para ser aprobadas, y como Gobierno necesitamos hacernos cargo de las críticas", expuso.
"A partir de eso, se distanció totalmente la relación con la ministra", continuó.
En ese sentido, recordó que "luego, el 9 de mayo, en la cafetería del Congreso me reprendió por haber hecho estas declaraciones, que no correspondían a un subsecretario y que me tenía que quedar callado. Le señalé que entendía mi rol no solo como un mero técnico, que está modelando los contenidos de la reforma, sino también haciendo un trabajo de interlocución política".
"Al otro día recibí llamadas de parlamentarios (...) y me advirtieron que era vox populi que tenía diferencias con la ministra respecto de la reforma (...) porque esto fue delante de por lo menos 30 personas", puntualizó.
Tras eso, "se produjo un distanciamiento obvio, hasta que terminó ocurriendo lo que ocurrió", sentenció.
DIPUTADOS UDI PIDEN QUE LARRAÍN PRESENTE DESCARGOS
Ante la situación, parlamentarios de Unión Demócrata Independiente escribieron una carta al presidente de la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputadas y Diputados para que Larrain presente sus descargos.
De lo contrario, los diputados amenazaron que "no seguiremos reconociendo a la ministra del Trabajo como una interlocutora válida en la discusión de la reforma de pensiones, congelando cualquier tipo de conversación y/o avance que pudiera existir".
El jefe de la bancada UDI, Guillermo Ramírez, interpretó que "lo que está diciendo el subsecretario es que lo sacaron el Gobierno por tener una postura más flexible respecto a al reforma, pero para justificar su salida desde el Gobierno inventan una situación de acoso sexual. Si es así, sería de la máxima gravedad".
"Si el Gobierno no da una muestra clara de que está dispuesto a ceder en materia de pensiones, no va a haber acuerdo porque no vamos a traicionar a los chilenos aprobando lo que el Gobierno propone", emplazó.