Sacerdotes, religiosas y diáconos de la diócesis de Chillán se reunieron este martes para analizar la carta enviada por el papa Francisco al "Pueblo de Dios que peregrina en Chile", instancia en la que el obispo Carlos Pellegrin descartó una nueva arista investigativa por escándalos ocurridos en la región de Ñuble.
"Hemos estado conversando sobre lo que (papa Francisco) nos dice a nosotros, y no tiene nada que ver con la visita del monseñor Scicluna", afirmó Pellegrin, quien agregó que "no tengo más información que lo que han publicado los medios, sobre todo locales, sobre la posibilidad de que se investigue en la fiscalía algunas de las sospechas que han aparecido en la prensa".
Según publicó un reportaje de La Tercera el fin de semana, la indagatoria del obispo de Malta se referiría a eventuales abusos sexuales cometidos en la diócesis de Chillán entre 1990 y 1994, donde una decena de sacerdotes habrían participado de fiestas pagadas con menores de edad.
En la PDI desconocieron alguna solicitud de parte de la iglesia para conocer antecedentes y el obispo Carlos Pellegrin declaró que "si algo hará el monseñor Sicluna, no tengo información. Hasta ahora no hay ninguna denuncia concreta".
Crimen del cura Fernández
Carlos Pellegrin descartó también nuevas gestiones para conocer los nombres de ocho sacerdotes que en 2013 declararon a la PDI mantener relaciones homosexuales. Esto, en medio de la indagatoria por de la muerte del cura Cristian Fernández Fletá, quien fue hallado con 16 puñaladas en el cuerpo en abril de 2009, y cuyo crimen permanece impune.
"Se investigó cuando la noticia fue publicada en un diario local, pero por no ser parte del proceso no nos entregaron la información en Fiscalía", recordó el obispo de Chillán, aclarando que sólo hubo un cura sancionado: Jaime Villegas Alvarado, ex capellán de la cárcel de Chillán, quien declaró en juicio mantener relaciones homosexuales.