El arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati -quien se encuentra en Roma participando en el Sínodo de la Familia- afirmó que le "duele" y "avergüenza" la situación del sacerdote John O'Reilly, quien fue declarado culpable de abusos sexuales reiterados contra una menor.
"Es una purificación cuando el campesino poda la vid. La vid llora, pero es la condición para que la vid dé fruto abundante. Estoy convencido que esta poda, que duele, que avergüenza, es una poda que significa que la primavera de la Iglesia está en acto y que está llamada a dar fruto abundante para Chile y el mundo entero", dijo Ezzati en una entrevista con Canal 13.
El cardenal afirmó que "cualquier daño que se haga a un menor es un daño gravísimo, que tiene que ser rectamente juzgado y también rectamente sancionado".
"La justicia chilena ha hecho este trabajo y, de parte mía, absoluto respeto y adhesión a lo que la justicia ha hecho", señaló el prelado, que expresó además una "solidaridad muy grande con la familia -que conozco- con la cual he conversado, y con la cual he mantenido estos días una relación vía e-mail".
"Que este dolor, este sufrimiento, sirva para que cada sacerdote-no solamente legionario, todos los sacerdotes- vivamos de acuerdo a lo que es nuestra vocación: servidores de Jesús para la gente", resaltó el timonel de la Iglesia Católica chilena.
Presunta denuncia a sacerdotes
Sobre el caso de los sacerdotes Felipe Berríos, José Aldunate y Mariano Puga, presuntamente denunciados ante el Vaticano, el prelado detalló que "hubo unas declaraciones del padre jesuita que volvió de África, el padre Berríos; hubo unas publicaciones del padre Aldunate en el The Clinic, dos intervenciones; hubo una intervención del padre Puga en La Segunda".
"A mí se me preguntó qué cosa he hecho frente a esa realidad, porque yo soy el obispo de Santiago y son sacerdotes que residen en Santiago, y con mucha justicia el señor nuncio me preguntó cuál ha sido mi actitud", explicó.
"Siempre hemos denunciado como Conferencia Episcopal que la brecha es escandalosa y que es un pecado social y en eso concordamos totalmente. No hay ningún problema. Uno lo dirá de una manera, otro lo dirá de otra", remarcó el arzobispo de Santiago.
Para concluir, el cardenal destacó que "no compartimos el hecho que se diga que el matrimonio gay va a ser benedecido y pueda ser un sacramento, eso no es conforme a la doctrina de la Iglesia. Lo que es conforme a la doctrina de la Iglesia es que hay que acoger a todos y en forma misericordiosa".