El obispo de Osorno, Juan Barros, aseguró que mantiene el respaldo del papa Francisco, pese a las denuncias públicas que lo sindican como encubridor de los abusos sexuales del cura Fernando Karadima.
Barros fue, este martes, uno de los co-celebrantes de la masiva "Misa por la Paz y la Justicia" que presidió Francisco, y que congregó a más de 400 mil fieles católicos en el Parque O'Higgins.
Su presencia generó la inmediata reacción de los denunciantes del caso Karadima: Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo, quienes enfatizaron que ésta quitó todo valor a la petición pública de perdón que hizo más temprano, en el Palacio de La Moneda, el jefe del Estado vaticano.
A la salida del Parque, Barros minimizó las críticas en su contra y negó que éstas puedan opacar la valoración del mensaje papal: "El papa es grandísimo y su visita es de un provecho enorme (...) Reporteen cosas maravillosas que pasaron en esta misa", dijo el prelado a periodistas de Chilevisión y Canal 13.
"No hay opinión en contra"
Consultado por la carta de 2015 -pero conocida recién la semana pasada- donde Francisco expresaba preocupación por el tema Osorno y revelaba un plan para darle a él y a otros obispos cuestionados un periodo sabático, Barros aseguró que ésta "no es una opinión en contra".
"Yo la verdad es que no conocía esa carta (...) Para mí fue sorpresa", admitió a continuación, pero negó haber perdido el respaldo del líder de la Iglesia Católica.
"Con el favor de Dios, el papa ha sido –cuando estuvimos en la visita ad limina de febrero- muy afectuoso conmigo, y estoy yo en el servicio que la Iglesia (me tiene)", dijo mientras caminaba.
"Quiero agradecerle a mucha gente reza por mí y que me manda mucho cariño, y reiterar que se han dicho muchas mentiras respecto de lo mío (...) La verdad es muy importante y es lo que tiene que primar", remató Barros, quien fue formado por el cura Karadima.