El ministro del Tribunal Constitucional José Ignacio Vásquez emplazó a la presidenta de la instancia, María Luisa Brahm, a retractarse o renunciar luego de que afirmó que antes de su llegada a la testera había causas detenidas por mucho tiempo y que ello rayaba en la "corrupción".
En una entrevista el fin de semana, Brahm aseguró que en el periodo de su antecesor, Iván Aróstica, "había causas detenidas en el TC por mucho tiempo y eso llevó a una situación que, yo diría, estuvo al límite de la corrupción".
Ayer martes, el pleno del Tribunal se reunió por primera vez tras los dichos de Brahm, y a la salida de la sesión, el ministro Aróstica, junto con descartar irregularidades, aseguró que entregará todos los antecedentes necesarios para la investigación y que renunciará a todos sus privilegios procesales, como el fuero.
En la misma instacia, Vásquez -del ala conservadora de la instancia, junto a Aróstica- reprochó en duros términos las declaraciones de Brahm, que incluso llevaron a la diputada comunista Carmen Hertz a realizar una denuncia ante la Fiscalía Nacional, por haber -presuntamente- causas de DDHH involucradas, y que ésta resolviera abrir una investigación penal por los supuestos delitos de prevaricación y cohecho.
"Esto es una felonía, lo que ha ocurrido, el desprestigio del Tribunal Constitucional... este tribunal no se vuelve a levantar a no ser que haya una decisión de la persona responsable, de tomar y de declarar que ha cometido errores, o simplemente de renunciar", dijo Vásquez en el pleno, según La Segunda.
En su alocución,y dirigiéndose directamente a Brahm, le enrostró que "la entrevista que usted ha dado ha arrastrado al TC a su peor momento, a su crisis más grave, a su enlodamiento absoluto", debido a "falta de racionalidad, falta de criterio, falta de tino".
Arremetida contra elección de Brahm, Ciper y Mónica González
Vásquez acusó que tras la entrevista de Brahm "el medio Ciper Chile se ha dedicado a enlodar al TC", e hizo mención las objeciones que tuvo para que en marzo pasado la periodista Mónica González (fundadora de ese medio y ex directora) asumiera como asesora comunicacional del TC.
Recordó, en ese sentido, que "Ciper vino el 2010 con un requerimiento de inconstitucionalidad, en cuya audiencia participó doña Mónica González, y cuyo abogado que alegó en estrados es precisamente el ministro Gonzalo García, quien -planteó con suspicacia Vásquez- sabemos hoy día que es el presidente en las sombras o en la oscuridad del tribunal".
"No quiero hacer relaciones, simplemente estoy exponiendo hechos", agregó, además de cuestionar la elección de Brahm como presidenta del TC en agosto: "Lamentablemente la persona elegida no cumplía con los estándares que correspondía a una persona que debía liderar el tribunal en tiempos difíciles (...) Su entrevista nos llevó al peor momento del Tribunal".
Brahm afirmó que en el período de Aróstica había causas "detenidas por mucho tiempo, al límite de la corrupción". (Foto: ATON/Archivo)
"Instrumento útil para quienes quieren destruir al TC"
Consultado por el vespertino, Vásquez complementó, siempre crítico, que "ella y las declaraciones vertidas en su entrevista han servido como instrumento útil de una operación comunicacional para destruir o llevar al TC a una situación peligrosamente disolvente", lo cual -añadió- "sólo sirve a los enemigos del TC y les da más fundamento viniendo las críticas de quien las hace, nada menos que quien ejerce la presidencia".
"Lamentablemente no ha tenido la asesoría comunicacional adecuada para estos tiempos ni la prudencia para advertirlo, a menos que haya tenido plena conciencia de los efectos, lo que yo no podría entender", concluyó.
En la mencionada entrevista, Brahm -ex jefa de asesores del Presidente Sebastián Piñera en su primer Gobierno- aseguró además que una vez le tocó "leer un contrato en que un abogado cobraba a su cliente por el tiempo que le tenía suspendida su causa en el TC".
El cambio de mando que hubo en agosto se dio en medio de amplios cuestionamientos al Tribunal Constitucional, al que varios acusan de operar como una "tercera cámara", y donde también se ha cuestionado la paralización de causas judiciales como las de corrupción y fraude en el Ejército.