Días después de que Chile Vamos firmara su declaración propia por los 50 años del golpe de Estado, este 11 de septiembre la UDI emitió un documento separado de su coalición, en el que reafirman que el derrocamiento del presidente Salvador Allende (1970-1973) era "algo inevitable".
En lugar de adoptar el enfoque de los compromisos, que tanto La Moneda como la derecha propusieron al mundo político en esta conmemoración, el gremialismo establece en su texto los motivos que -a su juicio- llevaron al quiebre democrático.
Sin hablar de un golpe militar, plantea que "los acontecimientos del 11 de septiembre de 1973 marcaron y seguirán marcando de manera decisiva la historia de Chile. Ello exige una profunda y permanente reflexión en torno a sus causas, su significado y sus consecuencias políticas para Chile".
Para la UDI, este hecho "tiene como antecedente causal directo la situación extrema que vivía Chile, marcada por el odio, la legitimación de la violencia como vía de acción política y la severa polarización provocada por un sector de la izquierda chilena".
"Una reflexión seria y honesta exige, asimismo, reconocer que el proyecto político de la Unidad Popular, de encaminar a Chile hacia una revolución socialista, fue progresivamente resistido por una mayoría", agrega la declaración, acusando al gobierno de la época de propiciar una "confrontación" con la Contraloría, la Corte Suprema y el Congreso para imponer su agenda.
En definitiva, el partido sostiene que "entre 1970 y 1973 sobrevino un quiebre social, político e institucional respecto del cual el 11 de septiembre se transformó en algo inevitable".
CONDENA "SIN MATICES" DE LAS VIOLACIONES A LOS DDHH
Volviendo al presente, destaca que "Chile ha transitado en 50 años un camino de reconstrucción de nuestra democracia y de sus instituciones", y afirma que en este contexto, el propósito de la UDI "sigue y seguirá siendo el reencuentro entre chilenos".
En ese sentido, expresa su "condena sin matices las violaciones a los derechos fundamentales (...) Chile debe persistir en el camino de la justicia y la reparación, por el camino institucional, civil y penal".
También subraya su "compromiso con la República, en su más amplio y profundo sentido: respeto institucional, entendimiento democrático, condena a la violencia, protección de las libertades y de los derechos fundamentales".
Al mismo tiempo, y tal como lo han criticado sus representantes en las semanas previas al 11 de septiembre, el documento cierra expresando que "sentimos que el Gobierno haya frustrado el deseo mayoritario de una conmemoración en unidad, con reflexión y respeto democrático de las visiones irreconciliables".
"VISIÓN CRÍTICA" CON LA "VERDAD COMPLETA"
El vicepresidente de la UDI, Máximo Pavez, quien fue uno de los redactores de esta declaración, explicó en El Primer Café de Cooperativa que "sin perjuicio de que se puedan declaraciones respecto del futuro, de la democracia y el respeto a los derechos humanos, sentimos que había que recordar una visión crítica de por qué llegamos al 11 de septiembre".
"Queremos marcar una identidad, que es compartida por muchos chilenos, y ofrece de manera respetuosa la visión de que el quiebre de la democracia se produjo antes del 11 de septiembre, durante la Unidad Popular, y manifestamos en esta misma declaración el compromiso con la democracia y los derechos humanos, pero con la verdad completa", precisó el también comisionado.
Consultado sobre si el gremialismo no se sintió totalmente representado por lo acordado con Chile Vamos, marcó una distinción: "Una cosa es lo que se hace como coalición, que es un bloque donde uno respeta distintas sensibilidades, y otra es que dentro de la coalición, la UDI tiene un énfasis particular que quisimos dar a conocer, y que me parece que es completamente compatible con las acciones comunes".