Una crítica disminución de humedales, la mayoría de las especies amenazadas y la pérdida de veintenas de miles de hectáreas anuales en la situación del medioambiente en nuestro país, según un lapidario informe de la Universidad de Chile.
Hace unas semanas la casa de estudio presentó, la nueva edición de su "Informe país: estado del medio ambiente en Chile 2018", que dio cuenta de la alarmante situación debido al cambio climático y a la acción del hombre.
En cuanto a los humedales, el documento sostiene que "en la actualidad estos valiosos ecosistemas se encuentran fuertemente amenazados por acción antrópica, y variadas alteraciones ambientales debidas al cambio climático, y lamentablemente se reporta una disminución progresiva de humedales a escala mundial".
Alerta que "la pérdida de humedales continentales naturales ha sido mayor y de modo más acelerado que la de los humedales costeros naturales", y así, detalla, que "la disminución de los humedales continentales se estima entre un 69 por ciento y un 75 por ciento, mientras que los humedales costeros se habrían reducido alrededor de un 62 por ciento".
En este marco, para asegurar la protección y conservación de los humedales recomienda que, "por una parte es necesario mantener y reforzar los lazos con las estrategias integradas a nivel mundial, y por otra continuar fomentando políticas de educación, de gestión ambiental y de investigación científica a nivel nacional, éstas últimas basadas en inventarios que se actualicen periódicamente, con un enfoque de sustentabilidad mediante sistemas integrados de protección".
"Afortunadamente –valora- el Ministerio de Medio Ambiente estableció recientemente un Plan Nacional de Protección de Humedales 2018-2022, el cual identifica 40 humedales en Chile, catalogados en nivel de prioridad, con un total de 250.000 hectáreas. La idea es considerar a algunos como área protegida para apoyar su conservación, y a otros como parques nacionales o santuarios de la naturaleza".
20 mil hectáreas de bosque nativo menos al año
En tanto, sobre la situación de los bosques nativos, que a 2018 abarcaban una superficie de hasta 14.633.778 hectáreas, según estimaciones de la Conaf –otras cifras hablan de 11 millones de hectáreas), el informe da cuenta de que "en la última década se ha registrado un importante incremento en el área afectada por incendios para todos los tipos de vegetación, lo cual está asociado a la megasequía iniciada en 2010".
Detalla que en las temporadas 2014-15 y 2015-16 se quemaron en total cerca de 250.000 hectáreas de bosques en general, mientras que la temporada 2016-17 "batió todos los registros" con 570.197 hectáreas quemadas, superando en 10 veces el promedio histórico quemado.
Con esos datos, el área del bosque nativo afectado por incendios en la década 2008- 2018 es cercana a 20.000 hectáreas al año, "lo que se explica en parte por los incendios de la temporada 2016-2017 en que dicha cifra fue de 90.000 hectáreas".
Además de los incendios forestales, las causas más importantes de la pérdida de bosques nativos son el reemplazo por matorrales, la sustitución por plantaciones forestales y la habilitación para usos agropecuarios, así como su degradación anual por la ganadería.
Seis de cada diez especies en peligro
Por otra parte, el informe también se adentró en la situación de la biodiversidad de especies de nuestro país: del total de 35.116 conocidas en Chile, sólo 1.159 (3,3 por ciento) han sido clasificadas y validadas por la Clasificación de Especies Silvestres, lo que corresponde a 592 especies de plantas, 523 de animales y 44 de hongos.
De ellas, las oficialmente amenazadas en el país ascienden a 766, es decir, el 65 por ciento de las especies clasificadas "se encuentran En Peligro Crítico, En Peligro y Vulnerables".
"La categoría de conservación más amenazada es la de los moluscos (100 por ciento) seguida por los árboles (93 por ciento), los peces de aguas continentales (83 por ciento), los arbustos (78 por ciento) y los anfíbios (71 por ciento). Sin embargo, estos porcentajes hay que considerarlos con cautela debido a que intencionadamente se han clasificado aquellas especies que se sospecha están en mayor riesgo de extinción", precisó.