La Presidenta Michelle Bachelet se refirió al proceso de reformas, las críticas de su coalición, su relación con los empresarios y un posible cambio de gabinete.
En entrevista con la revista Capital, la Mandataria comentó que "toda decisión tiene efectos positivos y efectos complejos y, por lo tanto, lo que uno finalmente hace es ver cuál va a ser el costo de una u otra, esencialmente para el país y la gente".
Al ser consultada sobre la reforma educacional, Bachelet señaló que "sabía que esto era una dificultad y tuve muchas reuniones con los ministros de cómo vamos a lograrlo. Claro que me pregunté cómo vamos a lograr que se vea la calidad, cuando los proyectos más explícitos de calidad van a entrar a tramitación después. Mi primer sentido fue partamos por la educación pública mientras vamos haciendo los otros avances".
"Nuestro desafío es comunicar mejor, puesto que mucho de esos padres se han movilizado con temor, escuchando a gente que dice que queremos cerrar colegios, que queremos elegir los colegios para sus niños. Nada de eso es efectivo", destacó.
"Es mi obligación, y así se lo he pedido a los gobiernos regionales, que tengan asambleas en los colegios, no sólo en los municipales, sino fundamentalmente con los subvencionados particulares, para explicar el alcance y las cosas que no se van a tocar. Para dar a entender el sentido de lo que queremos hacer", puntualizó Bachelet.
Críticas desde el oficialismo
Con respecto de las críticas desde el oficialismo, indicó que "no es que éste sea un Gobierno que trabaja hacia adentro, encerrado", comentando que es necesario cuidar "el clima político, a que la crítica es propia de la democracia, pero debe hacerse con altura de miras, que generemos amistad cívica, aunque haya diferencias importantes. Desde el Gobierno hemos buscado en todo momento hacer eso y lo vamos a seguir haciendo".
"Quiero insistir, el lenguaje hay que cuidarlo entre todos. No es mi estilo mencionar a nadie en particular, pero ha habido dichos de distintas personas que son desafortunados", añadió.
"No comparto el juicio de que hay una falta de conducción política. No he logrado entrever qué quieren decir cuando dicen eso", aseguró.
La Presidenta recalcó que "yo no tengo círculos de hierro. Discuto en el comité político, con los ministros. Pero también hablo con gente que no es del Gobierno, con personas de la academia, de las universidades, converso con mucha gente, pero respeto la forma institucional".
Relación con las empresas
Bachelet negó tener una "actitud antiempresarial", recalcando que "he tenido reuniones con muchos gremios, en todos los viajes invitamos a importantes grupos de empresarios y hay oportunidad para conversar. He tenido reuniones con las cámaras cuando han elegido sus presidentes".
"La otra vez, la Cámara de la Construcción vino a un saludo protocolar de 20 minutos y terminamos hablando una hora y media. Siempre estoy tratando de tener una relación con ellos, voy a todas las cenas, encuentros y a la vez trato de identificar cuáles son aquellos problemas que los tienen atorados y ver como Gobierno qué podemos hacer", dijo.
"Tuve reuniones con todos los partidos y movimientos que tienen representación parlamentaria y a todos les dije dos cosas: esto es el corazón de la reforma para mí, es lo que queremos hacer. Si ustedes me proponen cambios que no me permitan llegar a recaudar 8.200 millones de dólares en régimen, va a ser difícil. Si me proponen cambios que no avancen en equidad, va ser difícil, pero si hay alguna solución distinta que permita el mismo objetivo, estoy plenamente abierta a escucharla", recalcó.
La Presidenta indicó que cree que todos los chilenos "quieren vivir en una sociedad mejor para todos", donde el diálogo es "esencial".
"En mi gobierno anterior siempre hablaba de crecer para incluir, e incluir para crecer. Porque si no tenemos personas preparadas, no vamos a poder crecer adecuadamente. Estas reformas que generan incertidumbre como la tributaria, que se aprobó por todos, dan la base para seguir avanzando hacia otros cambios", añadió la Mandataria.
"Nuestro desafío es comunicar mejor", comentó Bachelet. (Foto: UNO)
Cambio de gabinete
Sobre un posible cambio de gabinete, explicó que "los gobernantes siempre evalúan sus equipos de trabajo, ministros y no sólo ministros, se evalúa en las regiones, en todas partes. Cada ministro tiene, además, su propia evaluación de cómo funcionan su sector".
"No me gusta que me pauteen. Me gusta escuchar, me gusta el diálogo, me gusta que alguien me diga 'mire creo que esta persona va mejor acá o allá', o escuchar si los parlamentarios tienen quejas del Gobierno en cualquiera de sus niveles. Lo escucho todo, pero distinto es pautear por los medios, eso me parece que no corresponde entre poderes del Estado, entre el mundo de la política", manifestó.
Segundo mandato
La Presidenta también se refirió a las diferencias entre su mandato anterior y el actual, en el que "al igual que el anterior, puso el foco en ser un país que pueda seguir avanzando, que pueda seguir haciendo todo lo bueno, pero que nos hiciéramos cargo de los déficit".
"Éste es un gobierno más ciudadano. A mí no se me ocurrieron estas cosas estando en Nueva York mirando el techo, son cosas que los propios ciudadanos, en 2011, pusieron en la agenda. La educación, por ejemplo, desde los estudiantes hasta los papás diciendo queremos educación de calidad", indicó.
Al ser consultada sobre si su programa era muy ambicioso, Bachelet respondió: "No soy mesiánica. Sin embargo, creo que hay ciertas transformaciones ineludibles para hacernos cargo de déficit estructurales que tenemos como país. Mi gobierno dura cuatro años, por suerte dirán algunos, y hay cosas para las que no se ven resultados inmediatos. Sin embargo, hay que partir por algo".
Crecimiento económico
"Es evidente que la desaceleración no partió en marzo. Hay un proceso desde el último trimestre de 2012, todo 2013 y llegando a 2014 en su punto más bajo. Es una desaceleración que, por lo demás, está en toda América Latina", señaló al respecto del actual estado de la economía del país.
Bachelet precisó que "resulta que la productividad no era tan buena como creíamos. Lo que quiero decir es que es efectivo que Chile había crecido mucho gracias a la minería y actividades ligadas a ello. Pero al bajar el cobre, al tener costos altos energéticos, al estar muchos proyectos suspendidos porque no ha habido acuerdo entre empresas y comunidades, ha habido efectos".
"Estoy preocupada por el crecimiento. Estoy preocupada porque si bien no estamos en crisis, no estamos en recesión ni hay ninguna proyección nacional o internacional que lo diga, ni desde el Banco Central, ni los agentes económicos de mercado. Obviamente que la desaceleración no nos gusta", recalcó.