El Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) realizó un balance del proceso que lleva adelante el Gobierno para regularizar la situación migratoria de quienes ingresaron al país antes del 8 de abril pasado.
En su informe, entregado este sábado, el organismo destaca que el proceso ha sido ordenado y con respeto a las personas, pero enfatizó en la falta de traductores de creolé en los centros donde se realiza el trámite y la confusión que hay en la mayoría de las personas que llegan a regularizar sus papeles.
Según detalló el INDH, hasta la fecha han participado de este proceso mayoritariamente venezolanos, haitianos y colombianos.
Tras encuestar a las personas atendidas en los centros a lo largo del país, el INDH destacó que ha sido un "proceso ordenado, casi sin presencia policial, en el que no hay espera para que los usuarios sean atendidos, y en el que se privilegia la atención de personas con discapacidad".
Sin embargo, detectó que hay una "falta de información, por ejemplo, el 50 por ciento de los encuestados no conocía los plazos para inscribirse (principalmente en Magallanes, Arica y Coquimbo); y un 42 por ciento dijo no conocer los requisitos del proceso. El 40 por ciento declaró que no había ningún funcionario público que le aclarara sus dudas".
En esa línea, enfatizó que "el 64 por ciento de quienes respondieron la encuesta, señaló entender que tras este proceso obtendrá un permiso de residencia por 12 meses. Por contrapartida, un 36 por ciento desconocía que, de cumplir los requisitos, podría recibir un permiso de residencia transitoria".
"Esto último despierta la preocupación del INDH, en la medida que podría afectar la toma de decisiones de las personas migrantes", añadió el estudio que también enfatizó en "el 60 por ciento de los recintos observados no tenían intérpretes o traductores disponibles".
La directora del INDH, Consuelo Contreras, valoró la iniciativa del Gobierno "de darle la oportunidad de solucionar su problema a las personas migrantes que residen en Chile en forma irregular, y de hacerse cargo de una realidad, porque la migración es un proceso mundial que llegó a Chile para quedarse".
Sin embargo, Contreras hizo un llamado a las autoridades a que "integren a traductores de creolé, ya que en la mayoría de los casos los problemas radican en la comunicación, aún así felicitamos al Ejecutivo por la iniciativa".