La ministra del Interior, Carolina Tohá, garantizó que no habrá una "amnistía general" para migrantes en situación irregular, y recordó que el proceso de regularización todavía no es confirmado por el Ejecutivo.
"El Gobierno no ha hecho ningún anuncio", recalcó desde un punto de prensa este miércoles, al tiempo que hizo ver que "siempre ha dicho que no va a haber, a diferencia de lo que pasó en la administración anterior, una amnistía general a personas irregulares en el país, y que cuando haya una regularización, el primer requisito va a ser estar empadronado" biométricamente.
Sin embargo, hizo ver que "no va a ser el único requisito: vas a tener que demostrar además que no tienes antecedentes penales, que tienes arraigo laboral, o que tienes arraigo familiar en el país".
"Si queremos ser efectivos en la seguridad, con las personas que vienen a Chile a delinquir, tenemos que diferenciar ese grupo de las personas que vienen a integrarse, que vienen a trabajar, que quieren cumplir la ley", enfatizó.
Dicho esto, y en alusión al recurso con el que la UDI pretende impugnar una eventual regularización, la jefa de gabinete relevó que "hasta que el Tribunal Constitucional no se pronuncie, es imposible echar a andar ningún proceso, y cuando el Gobierno haga formalmente un llamado de este tipo, ahí haremos un anuncio".
"Por ahora no lo hemos hecho: hemos comentado que esto es lo que tenemos en mente, y lo hemos estado madurando y conversando, y los elementos siempre han sido más o menos los mismos", cerró Tohá.
En la víspera, el subsecretario del Interior, Luis Cordero, apuntó que "hay un universo de personas que no se empadronó, son algo más de 119 mil. Esas personas que están irregulares deben abandonar el país", e insistió que no se regularizará a los 180 mil que se sometieron al mentado trámite voluntariamente.
Mirosevic alerta posible "efecto Cúcuta"
A pesar de las aclaraciones del Ejecutivo, el precandidato presidencial del Partido Liberal, Vlado Mirosevic, admitió que "miro con cierta distancia la propuesta del Gobierno, y la razón es que puede haber efectos no deseados en la política, por ejemplo, que se produzca un 'efecto Cúcuta' -así le he llamado-, que es básicamente que como pasó en el gobierno anterior, cuando el expresidente Piñera fue a Cúcuta, se produjo un efecto llamado: mucha gente se sintió invitada a Chile".
"Con esto me da la impresión de que puede pasar algo parecido, y hay que ser muy realistas en que Chile ya copó su capacidad de recibir migrantes hace mucho tiempo", aseveró el diputado.