El accidente de ayer recordó a uno similar registrado en 2008 en Peñalolén, donde murieron ocho personas.
"Se prometió otro aeródromo y no hemos sabido nada", alega el alcalde Claudio Orrego.
El accidente aéreo registrado la tarde del martes en La Reina, donde se produjo la caída de una avioneta sobre una casa y vehículos en la intersección de las calles Carlos Ossandón y Larraín, reabrió el debate sobre el emplazamiento del aeródromo de Tobalaba.
La Dirección General de Aeronáutica Civil ya está investigando las causas del hecho, que recordó la tragedia registrada en febrero de 2008, cuando fallecieron ocho personas por la caída de una avioneta de instrucción de Carabineros en una multicancha en Peñalolén.
El accidente de ayer fue protagonizado por una aeronave Piper 28 de la empresa Romeomike, que regresaba al aeródromo luego de un vuelo de perfeccionamiento de tres horas, y causó daños a dos viviendas, resultando sus ocupantes sólo con lesiones leve.
"No hemos sabido nada"
Los vecinos, no obstante, permanecen con temor y las autoridades también expresan su molestia. El alcalde de Peñalolén, Claudio Orrego, formó parte de una comisión que en 2008 iba a estudiar medidas respecto a la ubicación del aeródromo, que se encuentra rodeado de zonas pobladas.
"Cuando se creó la comisión a raíz del accidente fatal en Peñalolén uno de los acuerdos de corto plazo fue la construcción de un aeródromo alternativo a Tobalaba en la Región Metropolitana, pero de eso no hemos sabido nada", dice Orrego.
"Hemos insistido en tres ocasiones al Gobierno regional y no hemos tenido respuestas. Es de esperar que a raíz de este lamentable accidente el Gobierno regional y también la Dirección General de Aeronáutica Civil respondan a esto, que no fue sólo una petición de los vecinos de La Reina y Peñalolén; fue también un acuerdo de todas las partes, de los más de 20 miembros de la 'comisión Tobalaba' el año 2008", indicó el precandidato presidencial de la DC.
"No es llegar y cerrar"
El más reciente accidente no dejó víctimas fatales. Sólo resultaron heridos el piloto, Sergio Camilla, que tiene 350 horas de vuelo, y su acompañante, Jorge Juacida, con 190 horas.
Ambos volaban con la intención de acumular horas para así, a futuro, poder postular a una aerolínea comercial.
Néstor Gho, piloto desde hace 30 años e instructor de vuelo en Tobalaba, destacó que Camilla haya podido evitar muertes con su maniobra, y advierte además que cerrar el aeródromo no es una cosa tan sencilla.
"Tobalaba en este momento es un centro de aviación, uno de los más importantes de Chile por sus horas de vuelo, porque aquí hay aviones ambulancia, aviones comerciales, hay salidas hacia las mineras, trabajan 1.400 personas; o sea, no es una cosa de llegar y cerrar un aeródromo, hay que ver bien qué alternativas se tienen, y ver también el costo social que tendría esto si fuera aceptado", indica Gho.
"Accidentes van a haber siempre, pero hay que entender también que cada vez que hay un accidente, esto sirve para estimular a ciertas asociaciones o empresas constructoras que quieren (cerrar) Tobalaba para construir, no para otra cosa", añadió.
Empresa correrá con los gastos
Hasta el lugar del accidente llegó esta mañana la empresaria Inés Roulefsen, dueña de la empresa Romeomike, que se comprometió con los afectados a cancelar los daños producidos.
"Hablé con la familia, les comenté que hay seguros comprometidos, que yo como empresaria me hago responsable 100 por ciento de los daños que haya producido", dijo.
Consultada por el motivo del accidente, respondió que "aparentemente (los ocupantes) tuvieron una pérdida de potencia".
"El por qué no lo sé", subrayó.
