Los cuatro detenidos pertenecientes a la desbaratada secta de Colliguay quedaron en prisión preventiva, luego de enfrentar este jueves por la tarde su audiencia de formalización en el Tribunal de Garantía de Quilpué, acusados por el crimen de un lactante de tres días en noviembre pasado.
Natalia Guerra (35 años, madre del bebé asesinado), fue acusada por el delito de parricidio.
En tanto, María del Pilar Alvarez, Carla Frachi y David Pastén fueron encausados por el delito de homicidio calificado por el crimen del bebé.
Según explicó la PDI, el lactante fue arrojado vivo a una hoguera porque consideraban que era la reencarnación del "Anticristo" y que al realizar este ritual iban a salvar al mundo, esto en la antesala del 21 de diciembre.
En la audiencia en Quilpué además se dictó órdenes de detención contra otros cuatro integrantes de la secta que participaron en el macabro hecho, entre ellos el líder del grupo, Ramón Castillo Gaete, quien huyó a Perú en febrero al enterarse que era investigado por la Policía.
Durante la audiencia en el tribunal las defensas de los imputados acusaron enajenación mental y problemas siquiátricos, y en el caso de Natalia Guerra, se pidió la suspensión condicional del proceso, lo que fue desestimado por el tribunal.
No obstante, igualmente se solicitaron peritajes para establecer las condiciones mentales de las cuatro personas detenidas, pues los defensores señalaron que actuaron bajo la influencia del líder de la secta y bajo la influencia de la ayahuasca que utilizaban en sus rituales.