La bancada del Frente Amplio (FA), representada por las diputadas Lorena Fríes y Claudia Mix, junto a la de Renovación Nacional (RN), encabezada por la diputada Ximena Ossandón, no dieron la unanimidad para que la reforma del "séptimo retiro" de fondos previsionales fuera puesto en tabla.
En esta oportunidad fueron los comités de los mencionados partidos quienes tuvieron que tomar el papel impopular de rechazar la iniciativa, pero anteriormente hicieron lo propio las bancadas de la UDI, Evópoli, del Partido Socialista (PS), Partido Comunista (PC) y del Partido Republicano.
De esta manera, el proyecto -que reúne un conjunto de mociones que permiten a los cotizantes retirar dinero desde los fondos previsionales- no se votará durante la próxima semana, y probablemente continúe paralizado en la Cámara de Diputados por algunos meses. En ese sentido, la determinación de rechazar la iniciativa responde a una explicación electoral, consignó La Tercera.
Los parlamentarios han manifestado su preocupación respecto a las consecuencias que podría tener el debate del proyecto ad portas de las elecciones municipales y regionales de octubre, y posiblemente en medio de las parlamentarias de 2025.
El problema radica en que la iniciativa quedó en condiciones de ser votada en Sala, luego de que la Comisión de Constitución de la Cámara rechazara su idea de legislar. Sin embargo, dicho informe negativo se trata exclusivamente de una recomendación para rechazar, pero la última palabra la tendrá el pleno de los diputados.
El rotativo expuso que en la mayoría de las bancadas -tanto del oficialismo como de oposición- existe resistencia para discutir la reforma antes de las votaciones municipales, puesto que los retiros cuentan con cierto apoyo popular, a pesar de que los efectos económicos que expuso el ministro de Hacienda, Mario Marcel, evidencian que dichos giros desde los fondos previsionales podrían generar consecuencias adversas, sobre todo en materia de inflación.
A raíz de lo anterior, el debate que se está llevando a cabo en los distintos bloques, con respaldo del Ejecutivo, es que el proyecto no se discuta antes de fin de año.
Un escenario distinto en 2025
A pesar de que las proyecciones señalan que la iniciativa será rechazada en Sala, al no contar con el quórum de 89 votos de parlamentarios, el escenario podría cambiar el próximo año.
Si el "séptimo retiro" es rechazado, la Constitución establece que éste no puede renovarse en un período de un año. En ese sentido, si la votación se produce en Sala durante septiembre, octubre o principio de noviembre, el proyecto podría reactivarse en la víspera de las elecciones parlamentarias de 2025, instancia en que varios legisladores buscarán la reelección o un escaño en el Senado.
Frente a dicho panorama electoral, sumado a la presión popular, desde los partidos oficialistas y el Gobierno creen que, en 2025, podría aumentar considerablemente el apoyo a una reforma que permita el retiro de fondos previsionales.
Ante tal riesgo, la mayoría de las bancadas han realizado una espacio de acuerdo tácito para aplazar la discusión del proyecto. En esa línea, los representantes de las bancadas se han ido turnando para no entregar la unanimidad que permitiría poner dicha iniciativa en tabla, aún cuando la presidenta de la Cámara, Karol Cariola (PC), propuso tratar dicha materia en el hemiciclo.
Por ahora, la diputada Cariola tiene un compromiso con los promotores de los retiros previsionales de no bloquear su discusión. No obstante, y teniendo en consideración que el proyecto no cuenta con urgencia del Gobierno, el criterio de la parlamentaria comunista es que la tabla sólo aborde iniciativas sin patrocinio del Ejecutivo mientras tengan la unanimidad de las bancadas.
El vespertino aclaró que, en base a testigos, algunos impulsores del proyecto han encontrado una "barrera" respecto al diseño que han adoptado los comités para "turnarse" -en las reuniones de las bancadas- al momento de entregar su visto bueno.
No obstante, entre los impulsores existen al menos tres bancadas que han presentado proyectos de retiro, donde al menos uno de ellos ha presionado en dichas reuniones para que la iniciativa sea puesta en tabla.