La alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei (UDI), expresó su pesimismo sobre la conducción del proceso constitucional y las votaciones del Consejo, y advirtió que si continúa tal como hasta ahora, no arriesgará su "capital político" en llamar a votar a favor de la propuesta en el plebiscito del 17 de diciembre.
En entrevista con El Mercurio, analizó que "cuando el 80% de los chilenos (en el plebiscito de entrada del 2020) dijo que quería una nueva Constitución, mi interpretación es que no es que querían un nuevo texto legal por quererlo, querían que sus problemas cotidianos se resolvieran".
Bajo esa premisa, fustigó que en el Consejo, donde Republicanos es mayoría y la derecha en conjunto controla el proceso, "se ha ido instalando es que esta es la 'Convención' del rodeo y del no aborto; mientras que en la (anterior) Convención Constitucional se preocuparon de los pueblos originarios y de la diversidad sexual".
"Se ha ido instalando en Chile una distancia y una indiferencia respecto al proceso constituyente que no sé si a estas alturas se puede revertir", afirmó.
A su juicio, de todos modos, el país asumió que la Constitución podría resolver los problemas de los chilenos, pero "nunca ha sido para resolverlos, había una equivocación cuando se votó hace tres años".
Sin embargo, recriminó que ha habido una falta esfuerzo por parte del Consejo para lograr un texto que "sea aceptable por todos los sectores", y advirtió que "lo que estoy viendo es que lo ya redactado se parece más a un programa de Gobierno que a una Constitución".
"Si las cosas siguen así, naturalmente no voy a poner mi capital político para la aprobación de esta nueva Constitución que se discute, que en realidad no es una Constitución", afirmó la referente de la UDI, que toma fuerza para ser la carta presidencial del partido en las elecciones de 2025.
REPROCHA NORMA INTERPRETADA COMO ANTI-ABORTO
La líder opositora también abordó la aprobación de la controversial enmienda que establece la protección de "la vida de quien está por nacer", que ha sido interpretada como un riesgo para la ley vigente sobre aborto en tres causales, normativa sobre la que el Partido Republicano ha explicitado públicamente sus intenciones de derogar: para Matthei, es "un retroceso, claramente".
"Nunca en mi vida he estado a favor del aborto libre, pero en esos casos puntuales el Estado no puede reemplazar la conciencia de cada pareja, o de cada mujer. Son casos muy complejos", manifestó.
Por otro lado, con miras al plebiscito de diciembre, cuestionó que parece existir "una confianza muy grande" en el Partido Republicano de que "si llaman a votar 'A Favor', esto se va a aprobar. Ante ello, "permítanme ser escéptica", sentenció.
