El Partido de la Gente expulsó de sus filas al diputado Gaspar Rivas, en un procedimiento disciplinario iniciado por la denuncia de ocho militantes luego de que éste protagonizara sendas polémicas en la denominada "mesa paralela" constituyente, en octubre, y en una comisión parlamentaria, en noviembre.
El 13 de octubre pasado Rivas perdió el control durante la reunión de la "mesa paralela": comenzó a gritar a las personas que estaban a su alrededor y tuvo que ser sacado de la sala debido a su ofuscada reacción contra el activista de extrema derecha Francisco Muñoz, conocido como "Pancho Malo", quien había sido invitado a la instancia.
A la salida, el legislador aseguró que reaccionó de esa forma porque se dio cuenta de que en la reunión había partidarios de la "extrema derecha pinochetista" que no querían un nuevo proceso constituyente.
Luego, el 29 de noviembre, protagonizó otro episodio en Comisión de Personas Mayores y Discapacidad de la Cámara Baja: sin previo aviso, el PDG removió de forma permanente a Rivas de la instancia antes de una sesión donde se iba a votar la censura a la entonces presidenta Carolina Marzán (PPD), quien finalmente fue destituida de la testera.
El voto de Rivas, quien no estaba a favor de sacar a Marzán, era el de desempate y la jefa de bancada del PDG, Yovana Ahumada, decidió ocupar su puesto: por ello, la acusó a ella y a Víctor Pino -subjefe- de hacer una "conchadesumadrada".
"EDUCACIÓN Y MADUREZ POLÍTICA"
Con esas acciones Rivas infringió la Declaración de Principios y los Estatutos del Partido de la Gente, resolvió el Tribunal Regional de Valparaíso de la tienda liderada por Franco Parisi, de acuerdo con Ex-Ante.
En el fallo se apuntó que el diputado reconoció los hechos y justificó sus actos.
Para acoger la denuncia y expulsarlo del partido, el tribunal tomó en cuenta, entre otros puntos, que "el respeto entre los ciudadanos y, sobre todo, entre los militantes del Partido de la Gente debe ser un eje primordial, que demuestre su educación y madurez política para enfrentar los grandes desafíos que permitan producir el cambio que tanto requiere el país".
El autodenominado "sheriff" tiene ahora un plazo de cinco días hábiles para apelar.
A inicios de noviembre, en el marco de una crisis previa en el PDG en la Cámara Baja, Rivas admitió que estaba analizando salirse del partido: "Todavía no hemos tomado una decisión, pero por Dios que algunos se han esforzado en eso", dijo entonces.
Los diputados Ahumada y Pino renunciaron en diciembre a su militancia luego de acusar que la directiva nacional del partido no los respaldó ante los insultos de Rivas.