La expresidenta Michelle Bachelet no pudo participar en la inauguración del monumento al exmandatario Patricio Aylwin (1990-1994) por motivos personales, pero envió carta a su familia donde aseguró que con este acto "estamos cerrando una deuda con nuestra historia".
"Quiero expresarles mi profunda alegría al ver que ha llegado la hora: estamos cerrando una deuda con nuestra historia y con la familia, con las personas cercanas y con los miles de compatriotas que conocieron a don Patricio Aylwin Azócar a través de su obra política y su servicio público ejemplar", inicia la misiva de Bachelet, donde además asegura que este homenaje "es un acto de justicia, que trae esa paz que él tan bien encarnó".
La exjefa de Estado recordó cuando falleció el encargado de recuperar la democracia en Chile, en abril del 2016, "hombres y mujeres de todo el país expresaban su respeto, su afecto y agradecimiento", añadiendo que no olvida cómo Aylwin "trajo la paz a una tierra que tanto la necesitaba".
Asimismo, valoró que era un "actor incansable del diálogo, creó las condiciones para permitir el reencuentro de los demócratas y la unidad después de años de división. Supo conducir con sobria dignidad los destinos de su patria, supo abrir espacio a la verdad -por dolorosa que fuera-, supo mostrarnos un camino para salir de la oscuridad".
"Este gran hombre nos legó algo invaluable: la certeza que éramos capaces de ser un buen país", expresó.
Al finalizar, Bachelet dijo que desde hoy el expresidente "estará presente en el corazón de nuestra historia democrática recuperada, como celoso guardián de los valores de su querido Chile".
A la ceremonia asistieron los exmandatarios Sebastián Piñera y Ricardo Lagos, en la cual quedó al descubierto la estatua de Aylwin que fue instalda en la Plaza de la Ciudadanía, mientras que Eduardo Frei-Ruiz Tagle tampoco pudo asistir por encontrarse fuera del país.