El inicio del año escolar se retrasó tres semanas debido a la movilización social.
Padres y alumnos expresaron conformidad frente al retorno de la normalidad.
Este lunes, con tres semanas de retraso respecto del resto del país, comenzaron las clases en los distintos colegios y liceos de la Región de Aysén, algo que se había visto impedido en su momento por las movilizaciones ciudadanas, los bloqueos de ruta y el consecuente desabastecimiento.
"Se ha solicitado por el sostenedor de Puerto Aysén, en este caso el municipio, y tal como se ha hecho en el resto de la región, reiniciar las clases", explicó la intendenta Pilar Cuevas.
La autoridad regional explicó que este procedimiento deriva de que "son los propios sostenedores los que tienen que confirmar que los establecimientos tienen todas las condiciones de abastecimiento necesario y de tranquilidad y tránsito para que los niños puedan reincorporarse".
"Los sostenedores ya lo comunicaron a los directores de los colegios, se hha hecho la solicitud y a primera hora debieran estar convocados los profesores para iniciar las clases durante el día o en la medida que sea posible, porque también es necesario que se produzca la limpieza" de los distintos sectores, indicó Cuevas.
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| Los sostenedores deben garantizar las condiciones de abastecimiento de los recintos, dijo la intendenta Pilar Cuevas. (Foto: UPI) |
Medida valorada
Consultados por la enviada especial de Cooperatitva a la zona, Paola Aguillón, tanto los alumnos como sus padres se declararon conformes con la normalización del proceso educativo.
"Es importante que los niños entren a clases, a la rutina normal que ellos tienen, porque están inquietos por la situación reinante y, por supuesto, les hace bien a ellos entrar en un programa de educación", opinó un padre.
"Está bien, porque (ahora) uno puede irse a los trabajos, (ya que) estando ellos en la casa uno no puede trabajar", explicó, en tanto, una madre.
"Me parece bien, porque hay hartos niños que necesitan la comida y hay gente que no tiene plata" acotó otra apoderada.
El líder de los pescadores artesanales Honorino Angulo, uno de los 22 querellados por Ley de Seguridad Interior del Estado y considerado parte del ala más "radical" del movimiento- fue visto ayer comprando un uniforme para su hijo: "Le vine a comprar su pantalón, que no tenía y (quiero) mandarlo con un cuaderno o dos cuadernos, para que estudie", explicó el dirigente.
