Los 75 mineros de Curanilahue, que llevan más de 20 días a 650 metros de profundidad en forma de protesta por el incumplimiento de acuerdos por parte del Gobierno, bloquearon todos los accesos a la mina Santa Ana y quedaron totalmente incomunicados con el exterior.
Con troncos impiden el ingreso y la salida de cualquier persona en el yacimento.
Ariel Jara, secretario del sindicato SW Curanilahue, confirmó esta medida de presión a Cooperativa: "No hemos tenido contacto con ellos, no sabemos si hicieron algo bajo la mina o no; ellos tomaron la decisión de encerrarse en la mina y bloquear los accesos de la mina. Tampoco sabemos si sintieron o no el terremoto y no hemos tratado de preguntarles, si es que no lo han sentido, para no alarmarlos"
Al momento de preguntar si las familias de los mineros que ayer descendieron a la mina para pasar la Navidad siguen bajo tierra, los mineros optaron por responder que el Gobierno tendrá que ir a verificar si las familias están o no abajo.
El Gobierno, por su parte, espera una resolución de la Corte de Apelaciones penquista a un recurso de protección para sacar a los mineros desde el pique.
Lautaro Benítez, seremi de Minería del Biobío, comentó que "el Gobierno interpuso a través del gobernador provincial de Arauco un recurso de protección a favor de las personas que se mantienen en esta condición y se están recolectando los informes de Carabineros requeridos, del Servicio de Salud Arauco y seguramente lo recurriremos".
Los trabajadores mantienen solo una vía de comunicación, un antiguo teléfono minero, y ya avisaron que no recibirán alimentos ni agua, ni que tendrán problemas en pasar Año Nuevo en el yacimiento a la espera de una respuesta del Ejecutivo.