El subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, entregó este viernes una actualización del despliegue militar en puntos críticos de la frontera norte -con Perú y Bolivia-, medida que comenzó hace una semana y busca aumentar el control del ingreso irregular de personas migrantes que afecta a la zona.
La operación contempla medidas como controles de identidad, registro de equipaje -si existe presunción de delito- y en ciertas circunstancias, disparos de advertencia, como parte de sus atribuciones con el objetivo de disuadir a las personas que cruzan la frontera a través de pasos no habilitados en las fronteras.
La medida fue implementada gracias a un Decreto con Fuerza de Ley (DFL) que permite el despliegue militar durante 90 días.
"En criterio general, podemos decir que al menos se ha triplicado la cantidad de efectivos de las FF.AA. respecto a lo que era el decreto 265 (publicado durante el Gobierno anterior, que permitía mantener a los militares en las zonas fronterizas) y que como ya todos saben están cumpliendo tareas en materia de control de identidad, registro y también tienen facultades para la detención. Para esto hay controles fijos, hay controles móviles, hay patrullajes, por lo tanto, hay un despliegue de un conjunto de capacidades de las FF.AA. en el norte", dijo Monsalve en La Moneda tras una reunión con autoridades uniformadas.
La autoridad informó que en la Región de Arica y Parinacota, "a la fecha de hoy ya hay acumulado un total de 1.497 controles de identidad y cuatro registros (de vestimenta y equipaje)".
En la Región de Tarapacá, en tanto, "ya se lleva acumulado 3.023 controles de identidad y 407 registros", indicó el subsecretario.
"En el caso de Arica ha habido 23 personas detenidas y han sido puestas a disposición de las policías. En el caso de Antofagasta, ha habido una persona detenida. En el resto de los controles no se han detectado faltas ni delitos", agregó.
Monsalve recalcó, además, que el Gobierno tiene "un compromiso de hacer una inversión en los puestos de observación fronteriza".
"Hoy día hemos podido mostrar el trabajo que se ha hecho y, por lo tanto, ya se ha decidido el presupuesto y vamos a iniciar la inversión en el puesto de observación fronteriza de Colchane como piloto. Esperamos de aquí a mediados de abril ya tener implementada la nueva infraestructura en el puesto de observación fronteriza de Colchane", anunció.
"ES MUY INDISPENSABLE UN ACUERDO CON BOLIVIA"
Consultado por el diálogo con Bolivia para poder gestionar la reconducción de los migrantes indocumentados, Monsalve sostuvo que "es un trabajo de la Cancillería. Obviamente todo el Gobierno está interesado en poder avanzar en algo que es muy indispensable en la situación migratoria que afecta a Chile, que tiene con las posibilidades de reconducir a las personas que ingresan irregularmente desde Bolivia".
"Un 93% de las personas que ingresan de manera irregular a Chile lo hace a través de la Región de Tarapacá, a través de espacios cercanos a Colchane, desde Bolivia. Por lo tanto, es muy importante para la eficacia de la política migratoria y el control de las fronteras el acuerdo con Bolivia", complementó el subsecretario.
El Gobierno de Bolivia sostuvo el jueves que el despliegue militar de Chile en sus fronteras "no afecta" el tránsito de los bolivianos hacia ese país, aunque también expresó su preocupación por la demora en la atención para el paso de transportistas y viajeros en algunos puntos fronterizos.
La medida también fue analizada por el alcalde de Iquique, Mauricio Soria, quien señaló que "este dispositivo militar no iba a resolver el tema migratorio, pero sí lo que va a ayudar es a resolver el tema de seguridad que está viviendo nuestro país y toda la Macrozona Norte".
"Este dispositivo lo que permite es que las personas que ingresan en forma irregular puedan ser registrado lo que traen y ser conducidas hasta las policías para que puedan ahí entregar todos sus datos y tener un registro biométrico de las personas que han ingresado a nuestro país", destacó la autoridad.
OPOSICIÓN FUSTIGA A CANCILLERÍA Y OFICIALISMO APUNTA A CRÍTICAS "APRESURADAS"
Esta situación constituye una nueva presión sobre la Cancillería, que suena entre los ministerios que tendrían modificaciones en el cambio de gabinete cuyos detalles se están ultimando en La Moneda.
Desde la oposición, el diputado Renzo Trisotti (UDI), representante de la Región de Tarapacá, afirmó que ha habido una poca preparación en el tema y llamó a buscar nuevas alternativas.
"Yo evalúo el actuar de la Cancillería con nota roja. Esto no parte la semana pasada: llevamos un año prácticamente perdido, donde no tenemos conocimiento de cuáles son las gestiones útiles que se han realizado ni menos hemos obtenido resultados. El Gobierno, a través de la Cancillería, tiene que transparentar los avances o las complicaciones que estamos teniendo con el gobierno boliviano. Claramente el Gobierno tiene que pensar en un plan alternativo; de lo contrario, va a ser muy difícil poder controlar la situación fronteriza", dijo el dirigente derechista.
En el oficialismo, en tanto, el presidente de la Cámara de Diputadas y Diputados, Vlado Mirosevic (Partido Liberal), apuntó que "la oposición ha tenido críticas bastante apresuradas a una medida que veníamos pidiendo desde el norte transversalmente desde hace bastante tiempo".
"De hecho, en el Gobierno anterior no se tomó una medida como esta con la decisión que aquí se tomó y, por lo tanto, parece bastante injusto que recién iniciado el proceso tengamos estas críticas tan duras y tan injustas, que, además, no corresponden a la realidad", agregó el representante de Arica.
"Es evidente que esta medida no va a resolver el problema completamente, pero no existe ninguna medida que lo pueda hacer; son medidas complementarias", enfatizó el líder de la Cámara Baja.
