Patricia Rojas, presidenta de la Asociación Venezolana (Asoven), estimó que una eventual "movilización forzada masiva" desde ese país hacia Chile, producto de la cuestionada reelección de Nicolás Maduro, puede darse junto con otras violaciones de derechos de sus compatriotas.
"Estamos bastante preocupados de la condición en la que las personas van a salir si se produce este fenómeno: es una situación muy precaria, las personas están siendo vulneradas también, se abre otro nicho de negocio para la trata y tráfico de personas, entonces es un escenario muy complejo el que visibilizamos", admitió en Una Nueva Mañana de Cooperativa.
Por ende, la activista llamó a dar "protección internacional" a quienes participen del éxodo: "Entendemos que la región y su infraestructura está colapsada -no es fácil hacerse cargo de seis millones de personas (en Latinoamérica)- pero desafortunadamente, el régimen de Nicolás Maduro no muestra intención de abrir el camino para un cambio político, para que Venezuela pueda recibir nuevamente a los que ya nos fuimos, y mantener a las personas que se encuentran en el territorio".
En el caso puntual de Chile, la vocera de la Asoven valoró que "ha sido un país receptor, y entendemos que ha sido una ola muy rápida y grande de personas que han llegado, pero en estos momentos necesitamos un poco más de solidaridad".
A la vez, recomendó que las autoridades se preparen "en la medida de lo posible, si es que el escenario no llega a cambiar en Venezuela, para recibir a más personas" en nuestro territorio.
"NO SOMOS UNA CARGA PARA EL ESTADO"
Rojas además defendió el aporte de los casi 800 mil venezolanos que han ingresado a Chile hasta la fecha, precisando que "la mayoría está en el rubro de prestar servicios, y hay mucha gente también trabajando en el turismo", al tiempo que acotó que "todavía no está en marcha el procedimiento para la revalidación de títulos universitarios, entonces la mayoría de los profesionales no está ejerciendo".
De todas maneras, "la mayoría está generando sus propios ingresos, estén de manera regular o no; no son una carga para el Estado chileno. No me atrevería a decir que están todos muy bien, pero por lo menos están generando ingresos que les permiten tener una condición de vida digna".
Consultada sobre el estigma de violencia que afecta a sus connacionales, dado que células como el Tren de Aragua han importado una delincuencia más letal, resaltó que "los venezolanos tenemos las mismas inquietudes y necesidades de seguridad que el resto del país: creemos que estas bandas organizadas necesitan ser perseguidas y que sobre ellas debe caer todo el peso de la ley, pero (quienes las integran) son los menos".
"Efectivamente se han instalado discursos odiosos y xenófobos que meten a todas las personas en el mismo saco", lamentó la dirigenta, por lo que insistió en que "la movilización de la mayoría se debe a una crisis multidimensional humanitaria en Venezuela, y lo que buscan es tener una vida digna: poder trabajar, generar sus ingresos y mantener a sus familias".