El expresidente Ricardo Lagos, que anunció ayer su retirada de la vida pública a los 85 años, "va a ir cada vez ocupando un lugar más alto en términos de lo que significa un hombre político", afirmó hoy a El Diario de Cooperativa el doctor en Ciencias Políticas y ensayista de centroizquierda Ernesto Ottone, asesor estratégico clave de su Gobierno (2000-2006).
Según el sociólogo, el otrora Mandatario es "un hombre que llevó adelante las dos características que Max Weber le exige a un gran político: convicciones, que van hacia un Chile más justo, más equitativo y más próspero, y sentido de la responsabilidad, que dirigir a un país significa una conducción para el conjunto de los chilenos y no para los suyos, para sus partidarios".
"A la vez, es un político que reforma las cosas y, al mismo tiempo, lo hace de manera democrática y pacífica", destacó.
"HABÍA MUCHO MIEDO"
Lagos, el primer socialista en llegar al poder tras el derrocamiento de Salvador Allende (1970-1973), anunció el martes que se retira de la vida pública, pero aseguró que no va a "guardar silencio" si considera que puede "hacer un aporte".
Nacido en Santiago en marzo de 1938, fue uno de los principales opositores a la dictadura civil-militar de Augusto Pinochet (1973-1990) y una figura clave de la antigua Concertación, la coalición de partidos de centro y centroizquierda que gobernó Chile durante tres décadas tras el retorno a la democracia.
Antes de llegar al palacio presidencial de La Moneda, Lagos fue ministro en los gobiernos de Patricio Aylwin (1990-1994) y Eduardo Frei Ruiz-Tagle (1994-2000).
Ottone señaló en Cooperativa que Lagos "jugó un rol decisivo en darle una dirección a la oposición que logró el triunfo a través del plebiscito (de 1988) y, posteriormente, a generar una transición democrática que dejó a Chile con un impulso propulsivo sin antecedentes en la historia del país, que lo dejó ocupando un rol en América Latina que el país nunca había ocupado antes en cuanto a resultados".
Al respecto, el exasesor recordó que "había mucho miedo con respecto a qué significaba un Gobierno encabezado por un hombre que venía del socialismo, un Presidente socialista, y él tenía muy claro que su deber en la historia era mostrar que podía haber un Presidente socialista que gobernara para todos los chilenos y que le diera gobernabilidad a Chile, y eso también se logró".
"CON LAGOS, CHILE PERFECCIONÓ SU DEMOCRACIA"
"Con el Gobierno de Ricardo Lagos, Chile perfeccionó su democracia", relevó Ottone al recapitular los principales logros de aquella Administración.
Apuntó que cuando el socialista asumió el poder, el 11 de marzo de 2000, "había censura cinematográfica, censura de prensa, pena de muerte, no había ley de divorcio, que son cosas de tipo civilizacional, y, además, era una democracia muy recortada con los enclaves autoritarios, que terminó sacando".
Resaltó, además, que "Chile resistió los dos primeros años los efectos de la crisis asiática y posteriormente entregó un país en pleno crecimiento, con una deuda pública casi inexistente y con reservas para los Gobiernos posteriores".
En tal sentido, Ottone indicó que "Ricardo Lagos no llegó al Gobierno con la idea de hacer una revolución. Jamás fue esa la idea. La idea era la de un reformismo progresista, y ese reformismo progresista tuvo su horizonte estratégico y ese horizonte estratégico se cumplió. La pobreza cuando más bajó en Chile en términos de ritmo fue en su Gobierno".
CONCESIONES: "ES UN PENSAMIENTO MUY SIMPLÓN DARLE UN CARÁCTER IDEOLÓGICO"
Asimismo, Ottone hizo una cerrada defensa al sistema de concesiones impulsado por el Gobierno de Lagos, destacando que le permitió al Estado contar con una infraestructura que antes no tenía.
El exasesor cuestionó las críticas a ese modelo, pues -dijo- "ese planteamiento supone una ausencia total de pragmatismo en el desarrollo de un país que necesita tener una infraestructura enorme".
"Chile jamás habría tenido la infraestructura que tiene hoy sin la decisión valiente de Ricardo Lagos de utilizar la inversión privada para aumentar de una manera que las arcas del Estado no podrían haberlo hecho la infraestructura chilena", argumentó.
Eso, añadió, hizo "avanzar a Chile enormemente y tener ese resultado económico que llevó a Chile de un país que estaba en la mediocridad a un país que estaba a la cabeza del desarrollo en América Latina".
"Es un pensamiento muy simplón darle un carácter ideológico" al sistema de concesiones, remarcó.
MOP-GATE FUE "MUY DOLOROSO"
Ottone admitió que "lo más complicado" de los seis años del mandato de Lagos "fue, durante los dos primeros años, no perder el timón respecto a realizar una política de Gobierno en la cual tú tenías el cobre a 70 centavos la libra y, por lo tanto, durante esos dos años hacer un esfuerzo de un Gobierno serio, con un gasto fiscal serio, bien orientado, que permitiera después retomar el crecimiento".
Con todo, según el intelectual, "nunca Ricardo Lagos pensó que se podía tener más justicia social, que pudiera haber un desarrollo social importante como el que hubo en su Gobierno, si no había creación de riqueza. Ese fue un elemento fundamental".
Consultado por el llamado MOP-Gate, el escándalo que sacudió a Chile al revelar una red de corrupción que afectó al Ministerio de Obras Públicas durante el Gobierno de Lagos Escobar, Ottone confesó que "fue una cosa muy dolorosa para una persona que tiene una honestidad, una austeridad y un estilo de Gobierno como el de Ricardo Lagos que hayan surgido durante ese periodo problemas de manejo deshonesto en un sector del Estado".
Acotó, sin embargo, que "si tú lo comparas con lo que vino después en materia de elementos de corrupción, todo aquello fue de una dimensión muy pequeña".
"Lo importante es que se vivió con dolor. Para Ricardo Lagos fue un gran dolor, pero no con ausencia de estabilidad y no sin enfrentar los problemas. Esto se olvida, pero durante todo el periodo del MOP-Gate Lagos se mantuvo por sobre el 50% de popularidad; por lo tanto, el país no culpó a Ricardo Lagos por esos elementos, sino que se aprovechó esa situación para producir nuevos cambios en el mejoramiento del funcionamiento del Estado", concluyó.
"REVALORIZAR LA POLÍTICA"
El analista político Marco Moreno planteó que "en un momento en que la política parece devaluada frente a los ciudadanos, el acto del Presidente Lagos de alguna manera viene a revalorizar la política. Es una muestra de que la política aún puede ser parte de la solución y no solo del problema".
"Probablemente ese es el principal legado que nos deja el expresidente Lagos al momento de retirarse de la política, es de alguna manera volver a ponerla, aunque sea por un momento, en el lugar en que siempre debió ser, como la herramienta para solucionar los problemas", agregó el experto.