La Corte Suprema rechazó que el Estado entregue el denominado "medicamento más caro del mundo" a un niño de cinco años que sufre una atrofia muscular espinal.
Según publicó La Tercera, en los últimos dos años, 17 fallos de la Tercera Sala de la Corte Suprema abordan temas similares y en la mayoría de ellos se ha determinado que el Estado debe adquirir el tratamiento y entregarlo gratuitamente a pacientes.
Sin embargo, en este caso se rechazó entregar el medicamento, que cuesta más de 87 millones de pesos por dosis, a un menor de cinco años de edad cuya movilidad de todo el cuerpo se ha visto afectada, argumentando que el avence de la enfermedad no lo deja en riesgo vital.
Se determinó que Spinraza "no tiene por objetivo principal proteger su vida (del paciente) toda vez que ésta no se encuentra en peligro, desvirtuando en consecuencia la vulneración de su derecho a la vida".
"Es preciso indicar que conforme da cuenta el informe citado (por el médico), el niño en favor de quien se recurre se encuentra en una fase pre sintomática o precoz en el deterioro, lo que evidencia que no se encuentra en riesgo vital", manifestaron.
La decisión fue cuestionada por la presidenta del Colegio Médico, Izkia Siches, quien sostuvo que "evidentemente los casos deberían abordarse previo al llegar al estado de riesgo vital".
"El dilema es qué se hace cuando no quedan recursos. ¿Cómo se define qué financiar y qué no? El sistema sanitario no tiene un mecanismo claro de definición", agregó.
El fabricante del medicamento recomienda que los pacientes reciban cuatro dosis para iniciar su tratamiento, las tres primeras de ellas en intervalos de 14 días y la cuarta 30 días después de la tercera dosis. Posteriormente, se debe administrar una dosis cada cuatro meses.
De esta manera, en los primeros seis meses y medio de tratamiento, el paciente deberá recibir cinco dosis, avaluadas en 435 millones de pesos.