Luis Larraín comentó en Cooperativa la percepción de desigualdad en la asignación de órganos en Chile, asegurando que no existe un privilegio en la distribución de órganos en Chile.
"En la cobertura mediática vemos muchas diferencias", sostuvo, agregando que "ese es un problema que no solo tiene que ver con los trasplantes, sino que con todas las enfermedades y todos los problemas sociales en general".
Larraín, quien es trasplantado y tiene un riñón que fue donado por su hermano, expresó que "es importante aclarar que las listas de espera funcionan con criterios técnicos y, si no fuera así, sería un escándalo" y que "la mayoría de los órganos llegan a personas comunes y corrientes, y las personas de clase alta también donan sus órganos al morir".
"Por lo tanto, no hay ningún tipo de desigualdad socioeconómica en ese sentido", puntualizó.
"El problema que se tiene en el tema de los trasplantes, en particular, es que hay una percepción en la ciudadanía de que las personas de clase alta, con ciertos estereotipos físicos, tienen mayor probabilidad de obtener un órgano. Eso es porque, por un lado, los medios dan cobertura distinta a una persona sobre otra y, por otro, la gente no conoce cómo funciona los sistemas de asignación de los órganos. Esto funciona con criterios técnicos", aseveró.
Larraín sentenció que "no he conocido ninguna irregularidad, sobre todo porque sería muy irresponsable pues los órganos no son commodities, no son como órganos neutros, sino que son órganos de una persona con un grupo sanguíneo en particular, con una genética en particular, con una edad en particular".