La ministra secretaria general de Gobierno, Cecilia Pérez, negó este viernes en Cooperativa que el Ejecutivo haya morigerado su posición respecto de las responsabilidades políticas de la ex Presidenta Michelle Bachelet en la falta de una alarma de tsunami durante la madrugada del 27 de febrero de 2010.
Ratificó, en consecuencia, su posición expresada el miércoles respecto de que corresponde que "la candidata de la Concertación pida perdón" a los familiares de las víctimas.
"No se trata de subir ni de bajar el tono, se trata de evidenciar una realidad que existe luego de la entrega, por parte de la PDI, del último informe al Ministerio Público, donde da cuenta pormenorizadamente de lo que sucedió la madrugada del 27 de febrero, reconstituyendo la actuación de cada una de las personas que estuvo, tanto en la Onemi Central como en las Onemi regionales", expresó la ministra en El Diario de Cooperativa.
"Existe ya evidencia comprobada, de público conocimiento, de que a las 05:17 de la madrugada de 27 de febrero existían múltiples antecedentes e informaciones para haber dado la alerta de evacuación que habría posibilitado, sin duda, evitar 156 muertes. (...) Si hubiese existido un liderazgo responsable en esa madrugada y se hubiese puesto atención a las alertas que existían, se habrían evitado 156 muertes", aseveró Pérez.
A juicio de la ex intendenta, el "manejo irresponsable" en la Onemi derivó en la muerte de 156 personas en el tsunami. (Foto: UPI / Archivo)
"Cuando se señala que entre las 04:30 y las 07:00 de la mañana hubo 18 alertas y a las 09:00 y minutos se señala que no hay alerta de tsunami, claramente eso es de una falta de liderazgo de quienes estaban en la Onemi, desde la Presidenta de la República, el ministro del Interior, subsecretario y otras autoridades", sentenció la secretaria de Estado.
"Ante la constatación de hechos que demuestran un manejo irresponsable, un liderazgo que no existió, y que no se evitó la muerte de 156 personas, es lo natural que, luego que exista una declaración privada en el ambiente jurídico de reconocimiento de responsabilidad política, eso se una no solamente a un reconocimiento público, sino a un perdón, a una disculpa, a una explicación a los familiares de las víctimas", planteó la vocera.
"No tiene nada de malo ni nada de extraño; al contrario, engrandece: lo hizo el Presidente Aylwin cuando, luego del informe Rettig, pidió disculpas por la violación de los derechos humanos en dictadura, y lo hizo el Presidente Piñera el 21 de mayo, cuando pidió perdón por los errores de nuestro Gobierno, por lo tanto, yo no veo cuál es el problema, la alarma y el histerismo que provoca en algunos líderes de la Concertación" que se le exija pedir perdón a Bachelet, declaró.
"No hay temor" a Michelle Bachelet
La ex intendenta metropolitana reaccionó también ante las críticas que han merecido desde personeros socialistas como Osvaldo Andrade y Camilo Escalona sus emplazamientos: "Son siempre las voces que uno ha escuchado durante 20 años voces descalificatorias, agresivas, voces con soberbia, que tratan de poner el foco donde no existe".
"No hay temor a la competencia de la candidata de ellos. Eso lo tiene que determinar la ciudadanía. Acá lo que existe es una arremetida de los seudo voceros de la candidata de la Concertación para, cada vez que cualquier persona trata de poner el foco en las responsabilidades que hubo en su Gobierno, sobre todo en el mal manejo de la tragedia del 27 de febrero, traten de inhibir a través de este tipo de declaraciones cualquier postura que uno pueda tener", acusó.
"La verdad es que no me extraña. Es parte de lo que ha sido la historia de estos dirigentes durante 20 años. El enanismo (expresión usada por Escalona) no existe acá, sino que la pequeñez y la mezquindad política son parte de los atributos propios de ellos mismos", aseguró.
"A mí me llaman profundamente la atención las declaraciones del actual presidente del Senado, Camilo Escalona, que no solamente señala el 'enanismo político' -cuando ellos son líderes de pequeñeces y mezquindades políticas- sino que además descalifican el rol mío como vocera de Gobierno. Me llama la atención, sobre todo, de que quien cuando estuvo en La Moneda tenía su oficina, ni más ni menos, en el subterráneo de este edificio", sentenció la secretaria de Estado.