Chile se podría transformar próximamente en un laboratorio natural para la comprensión y el estudio en profundidad de fallas tectónicas, volcanes y remociones en masa, de manera integrada y utilizando instrumentos de última generación.
Todo, gracias a un megaproyecto en el que trabajan investigadores estaodunidenses, liderados por la sismóloga Emily Brodsky, junto a científicos chilenos de la red "AndesNet", que busca ahondar en los procesos fundamentales que controlan la ocurrencia de eventos sísmicos y erupción de volcanes en país dada la subducción de la plaza de Nazco bajo la Sudamericana.
Una iniciativa como ésta "pretende entender cuáles son los factores que gatillan los terremotos y erupciones volcánicas en Chile, cuyo fin último sería poder anticipar estos eventos", explica Gabriel González, subdirector del Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres (Cigiden) y académico de Geología de la Universidad Católica del Norte.
"Para esto se va a intentar poner una red sensores, que incluye el fondo marino y los volcanes en la alta Cordillera Andina", relevó en una nota del Cigiden.
Según el experto, la ambiciosa propuesta pretende instalar instrumentos "capaces detectar la ocurrencia de terremotos y erupciones volcánicas y poder anticipar su ocurrencia", y sentar las bases para que nuestro país se convierta en un laboratorio vivo para el estudio de amenazas de origen natural.
En tanto, Marcos Moreno, investigador de amenazas por procesos de tierra de la Pontifica Universidad Católica y del Cigiden, puntualizó en La Tercera que, a diferencia de una iniciativa anterior donde "analizamos la brecha sísmica de Atacama con cinco sensores", ahora se "propone una gran instrumentación, con la incorporación de entre 30 a 50 sensores".
La implementación y ejecución del megaproyecto será posible sólo a partir de la aprobación del Congreso de Estados Unidos. Mientras tanto, en Chile las primeras rondas de conversaciones se han desarrollado al alero de la red "AndesNet", a cargo de proponer los sitios donde podrían instalarse los la red de instrumentos para medir: "La zona escogida es Chile Central y la cadena de volcanes situada al sur de Santiago", precisó González en la nota del Cigiden.
Sobre los tiempos de trabajo, el geólogo puntualizó que "la iniciativa está pensada para un plazo de diez años, sin embargo, contempla una primera fase de cuatro años para la formulación del proyecto y en la que se definirán sus alcances, localización de equipamiento, la generación de una red global de investigadores y la formación de capital humano avanzado".
Los investigadores pretenden formar una comunidad interdisciplinaria para comprender integralmente una zona de subducción y, de esa forma, conocer cuales son la probabilidades y límites en la predicción de geoamenazas.