El Gobierno impulsará un proyecto para crear el Centro Automatizado de Tratamiento de Infracciones (CATI), que permita fiscalizar y multar a quienes quebranten los límites de velocidad establecidos en las zonas urbanas.
Una iniciativa que se suma al proyecto para reducir la velocidad máxima en ciudades de 60 a 50 kilómetros y que esta semana, tras ser aprobado en el Senado, fue despachado a la Cámara de Diputados.
El subsecretario de Transportes, José Luis Domínguez, dijo que bajar el límite permitirá reducir el número de víctimas fatales y accidentes en el país, pero insistió en que se necesita fiscalizar que efectivamente se cumpla con esta medida. Allí, recalcó la autoridad, reside la importancia del CATI.
"En las zonas urbanas evidentemente que si esto no se fiscaliza es letra muerta. Es justamente por ese motivo estamos presentando un proyecto adicional, que es el proyecto CATI que tiene por objeto poder fiscalizar y automatizar infracciones donde hay mucho más peligro de colisión o accidentes", detalló Domínguez.
El Gobierno resaltó los beneficios de crear un centro para automatizar la fiscalización e infracciones a través de cámaras.
Senador PS celebró reducción del límite de velocidad
Por su parte, el senador PS, Juan Pablo Letelier, celebró que la Cámara Alta haya aprobado bajar el límite a 50 kilómetros por hora, reconociendo, a su vez, que aumentarlo a 60 fue una mala idea.
"Tenemos que usar el espacio en forma racional y lo único que estamos haciendo es volver a algo que existía antes. La ley antes era de 50 kilómetros por hora en la zona urbana, la habíamos aumentado a 60 en el año 2002, pero fue una mala idea", afirmó.
Una postura contraria sostiene el senador UDI, Alejandro García-Huidobro, quien insiste en que "hoy los alcaldes tienen facultades para rebajar las velocidades".
"Aquí necesitamos más formación cultural, más preparación de conductores, más información y exámenes más rigurosos a quienes conducen", aseguró García-Huidobro.
Automóvil Club llamó a centrar bien la discusión
Desde el Automóvil Club de Chile, en tanto, llamaron a poner el foco en los beneficios de reducir el límite de velocidad y dejar de lado las opiniones de gente poco informada, como la voz de aquellos que apuntan a un aumento de la congestión producto de esta iniciativa.
"Yo creo que aquí la discusión se ha centrado en una manera un poco equivocada, con gente poco informada, se ha hablado confusamente, se ha dicho que esto tiene que ver con la congestión, cuando son temas que no tienen nada que ver. La velocidad máxima, o la definición de velocidad máxima urbana, no tiene absolutamente nada, pero nada que ver con la congestión", dijo el gerente de estudios de la organización, Alberto Escobar.
Escobar indicó que la aprobación del proyecto en el Senado es un paso "muy importante" y que seguirán apoyando la iniciativa hasta que se convierta en ley.