Una mujer policía y un gendarme fueron brutalmente agredidos por una turba en medio de una masiva protesta contra la corrupción en Rumania. Sólo el actuar de otros manifestantes los salvó de la enardecida manifestación en la Plaza de la Victoria de Bucarest, que reunió a más de 100 mil personas, según cifras oficiales. Los manifestantes piden la dimisión de los líderes del Partido Social Demócrata (PSD), como la primer ministro, Viorica Dancila, y el presidente del Parlamento, Liviu Dragnea, condenado este último por fraude electoral en 2016.