Fueron rescatados en febrero tras años en el Centro de Investigación Caucaseco y la Fundación Centro de Primates, en Cali.
Cuando los salvaron, los 108 simios estaban llenos de parásitos, algunos no tenían ojos. Otros estaban sin falanges en sus dedos o con huesos rotos, entre otras afecciones.
Diversas especies se ven amenazadas con esto, dado que corren más riesgo por la falta de alimentos y la pérdida de refugio.
Se advierte que para algunas deberán existir "estrategias de conservación rápidas y eficaces para garantizar su supervivencia".
El animal vive en Sumatra del Norte, Indonesia, y la obra podría ser "el último clavo en el ataúd" de su especie.
Científicos grabaron por primera vez cómo estos animales velan a sus cadáveres.
Aseguran que es la prueba de que los animales pueden afligirse por la pérdida de un ser querido.
Entre 1974 y 1978, en el Parque Nacional de Gombe, en Tanzania, ocurrió el único conflicto bélico entre chimpancés silvestres.
El histórico hecho quedó registrado por la famosa primatóloga británica Jane Goodall.
Uno de los primates huyó y volvió al recinto de cuidados.
Una organización animalista presentó un recurso judicial a favor del simio.
"Mantienen lazos afectivos, razonan, sienten, se frustran con el encierro, toman decisiones, poseen autoconciencia y percepción del tiempo", argumentan.
La iniciativa busca probar si son autosuficientes en un medio salvaje.
La explotación forestal y la caza furtiva son las principales razones que da el grupo ambientalista WWF para asegurar que los orangutanes no existirán en 20 años.
