El coordinador del Laboratorio de Exploración Espacial y Planetaria (SPEL) de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la U. de Chile, el ingeniero Marcos Díaz, culpó este miércoles a la subcontratación de tareas por los problemas que llevaron al fracaso de la primera misión tripulada de la nave Starliner de Boeing a la Estación Espacial Internacional (EEI), cuyos astronautas llevan varados allí más de 80 días después de que el aparato presentara fallos.
Barry 'Butch' Wilmore y Sunita 'Suni' Williams debían regresar a la Tierra a mediados de junio, alrededor de una semana después de su lanzamiento desde el Centro Espacial Kennedy, en Florida, pero fallos en los propulsores y pequeñas fugas de helio en la Starliner impidieron su regreso.
Después de semanas de especulaciones, la NASA dijo que los astronautas volverán en febrero de 2025 en una cápsula Dragon de la empresa SpaceX, de Elon Musk.
En entrevista con Lo Que Queda del Día, Díaz señaló que "lo que le ha estado pasando a Boeing, no solo desde la perspectiva espacial, sino que también en lo aeronáutico, es un gran debate industrial a nivel de país y a nivel mundial y es algo que le ha estado pasando a varios países desarrollados, que es perder la industria. Lo que se ha ido forjando o desarrollando es externalizar mucho la fabricación".
El jefe de SPEL y profesor de la Universidad de Chile explicó que "antes Boeing hacía las salas, los motores, todo casi 'king house' y, aunque tenía proveedores, los proveedores lo hacían dentro de las mismas instalaciones de las fábricas. Entonces, todos los procesos de calidad se verificaban in situ".
Actualmente, en cambio, "se compra todo y se cree que el proveedor lo verificó con todos los estándares que corresponden, pero muchas veces no es así y, entonces, al ir perdiendo las capacidades de manufactura locales, se va perdiendo también el control y la calidad de lo que se tiene", apuntó el experto.
"Eso es un poco lo que le ha ido pasando a Boeing respecto a SpaceX, que hace las cosas más simples, pero las hace en sus propias fábricas, mucho más rápido y ágil, y, por ende, puede hacer muchas más pruebas más rápido. Tienen un concepto de manufactura completamente diferente al de Boeing", afirmó.
Williams (i) y Wilmore (d) tendrán que pasar varios meses más de lo previsto en el espacio. Foto: NASA
"SE DISEÑA PARA EL PEOR DE LOS CASOS"
Respecto al estado de Wilmore y Williams, Díaz indicó que los astronautas comprenden los riesgos de los vuelos de prueba, incluyendo la posibilidad de permanecer a bordo de la EEI más tiempo del planeado.
"Mi experiencia con diferentes sistemas espaciales es que generalmente se diseña para el peor caso. En general, los astronautas (a bordo de la Estación Espacial) rotan del orden de seis meses; entonces, siempre está en la retina y siempre está en las posibilidades que tengan que salir de emergencia de la EEI o que se tengan que quedar más tiempo en la EEI" y, por lo mismo, "se pueden quedar sin mayores problemas", comentó.
"En el fondo, (en la NASA) tratan de ser transparentes, de (admitir) que hay un problema, pero ese problema no es crítico. No es realmente que estén perdidos en el espacio los astronautas. Obviamente que su salud se va a ver perjudicada, porque van a estar más tiempo (en el espacio), les va a costar más recuperarse en tierra, van a estar más expuestos a mayor radiación, etcétera, pero es algo que lo astronautas están entrenados y está dentro de las posibilidades de cuando uno va a la EEI", destacó.
Se espera que la misión de SpaceX salga el próximo 24 de septiembre desde el Centro Espacial Kennedy; inicialmente iba a transportar cuatro personas, pero ahora sólo llevará dos para dejar asiento a los astronautas varados, que se incorporarán a sus tareas durante los próximos meses.