El Gobierno de Cataluña, España, autorizó al Instituto Bómedica de Bellvitge a realizar la primera edición genética de cerca de 40 embriones humanos en el país.
El sistema institucional que organiza políticamente a la comunidad autónoma española dio el pase a la bióloga Anna Veiga para estudiar la función de los genes en el desarrollo embrionario, consignó el diario El País.
En concreto, el Departamento de Salud de Cataluña autorizó el proyecto de mano de la Comisión Nacional de Reproducción Humana Asistida del Ministerio de Sanidad, que evaluó los aspectos éticos y legales del proceso.
Para este experimento se utilizarán unos 40 embriones en la fase más temprana, cuando son una sola célula producto de la unión del óvulo y el espermatozoide. Éstos serán provistos de sobras de la reproducción asistida, que -en otro caso- serían eliminados.
El proceso buscará silenciar algunos genes y luego observar el desarrollo embrionario durante cinco días. Los embriones modificados se eliminarán cuando tengan un centenar de células.
Esta investigación ayudará a averiguar "por qué hay embriones que no siguen adelante" en el útero de las madres, para que en un futuro se pueda hallar una viabilidad embrionaria, particularmente en las ténicas de reproducción asistida, explicó Veiga.
"Algunas personas nos critican por querer utilizar embriones humanos, pero en determinados casos es absolutamente imprescindible. La información obtenida de especies animales en el laboratorio no siempre es extrapolable", remarcó la encargada de la investigación, Anna Veiga.