El chileno fue suplente, pero entró y le cambió el rostro a su equipo.
En la igualdad ante Vitoria Guimaraes el seleccionado nacional inauguró su cuenta anotadora en tierras lusitanas.
Le bastaron sólo 30 segundos para demostrar su talento. Matías Fernández, quien inició el duelo amistoso entre Sporting de Lisboa y Vitoria Guimaraes en el banco de suplentes, ingresó al campo de juego recién iniciado el complemento y en la primera pelota que tocó anotó un gol de gran factura en el empate 2-2 final que consiguió su equipo este martes en Portugal.
Para la estadística, éste es el segundo tanto del chileno con la camiseta de Sporting, pero el primero con un carácter formal, ya que el anotado ante Atlético do Cácem (3-0) fue durante una práctica de fútbol.
El seleccionado chileno esperó pacientemente su oportunidad en el banco y, literalmente, su entrada cambió el trámite del partido, el que tuvo un primer tiempo bastante deslucido.
El tanto de Fernández, el primero en tierras lusitanas, fue el pretexto perfecto para que ambos equipos mostraran sobre el terreno de juego más fútbol, en comparación a las buenas intenciones del primer lapso.
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| Matías Fernández celebra con sus compañeros su primer gol oficial en Portugal. (Foto: EFE) |
En desventaja, el cuadro de Vitoria presionó en todos los sectores, pero el representantivo de Lisboa aprovechó los espacios y apostó por el contragolpe, comandados por el buen toque que le dio el jugador nacional a su mediocampo. De esta forma, y a través de una gran jugada por el sector derecho de Pedro Silva, Helder Postiga aumentó el marcador con un cabezazo impecable en el minuto 58.
Sporting era el dueño del trámite del partido y esa condición hizo que se relajara, permitiéndole al cuadro de Guimaraes descontar a través de Roberto en los 70'. El postrimero tanto de Jorge Goncalvez (88') evitó que el conjunto de Paulo Bento sumara su primera victoria de su pretemporada tras las dos derrotas anteriores sufridas ante Feyenoord (1-2) y Nottingham Forest (0-1).
Más que el resultado, en esta ocasión lo más gravitante fue ver a un renovado Matías Fernández, quien en Portugal paso a paso vuelve a demostrar aquel nivel que lo llevó a brillar en Sudamérica en 2006 y que por tanto tiempo estuvo sin exhibir en Villarreal.
