El presidente de Azul Azul, Federico Valdés, pidió a las autoridades que castiguen a los delincuentes que originaron los incidentes que obligaron a suspender el partido entre Universidad de Chile e Iquique en el minuto 53, instantes en los que cayeron bengalas al terreno de juego del Estadio Santa Laura.
El dirigente aseguró que la concesionaria no tiene responsabilidad en lo ocurrido y que el lunes presentará una denuncia en tribunales.
"En los últimos tres encuentros de la U ha habido una acción evidentemente concertada para obligar a suspender los partidos. Hay un grupo de delincuentes que están tratando de ganar poder y para ello están recurriendo a lanzar objetos", explicó a El Mercurio.
"Nosotros no tenemos los medios para evitar que ellos entren al estadio, que introduzcan fuegos artificiales y otros elementos contundentes y que después los lancen. Mucho menos para castigarlos por sus acciones. Les pido a las autoridades que cumplan con su rol preventivo y que castiguen a los que delinquen, que lo hicieron a cara descubierta y frente a las cámaras de televisión", agregó.
Valdés señaló que la dirigencia no tiene responsabilidad en lo ocurrido y que la facción más radical de la barra de Los de Abajo no tiene relación con la dirigencia estudiantil.
"Evidentemente estos tipos están contra nosotros. Es público y notorio, basta con leer los lienzos para ver su descontento y odio hacia Azul Azul. Es una facción nueva de la barra, que es mucho más violenta y que está tratando de ganar poder", comentó
"La barra no tiene ningún beneficio de parte de Azul Azul. Es simplemente una facción mucho más violenta que antes, que está tratando de imponer su liderazgo por esa vía", indicó.