El vicepresidente de D&S, Hans Eben Oyanedel, desvirtuó su responsabilidad puntual respecto a a la sanción que la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) aplicó este martes a ejecutivos de la empresa y de Falabella por incumplimiento del deber de reserva y uso de información privilegiada a raíz de la negociación para la fallida fusión de ambas compañías.
Mediante un comunicado público, el alto ejecutivo señaló que jamás ha vulnerado ni la ley ni la ética, que nunca se ha visto beneficiado (ni ha dejado que otros se beneficien) con la información que posee respecto a D&S y que nunca ha entregado información privilegiada.
Además, Eben Oyanedel anunció que no apelará a la sanción de la SVS -lo que en el caso de los demás ejecutivos debería realizarse ante la justicia ordinaria, la que se hizo cargo del caso- y cancelará los ocho millones de pesos establecidos, es decir 400 unidades de fomento (UF).
Por su parte, el presidente del directorio de D&S, Felipe Ibáñez, dio a conocer que el directivo se mantendrá en su cargo, pese al dictamen de la SVS.
En tanto, el superintendente de Valores y Seguros, Guillermo Larraín, confirmó que los ejecutivos compraron una importante cantidad de acciones de D&S antes del 17 de mayo de 2007, día en que se anunció la fusión entre la empresa y Falabella, pues tenían antecedentes sobre el negocio mucho antes que el resto del mercado.
"El problema que tiene el delito de uso de información privilegiada es que precisamente lo que hace es que disminuye la confianza con la cual los actores que participan del mercado lo enfrentan. En la medida en que falta la confianza, porque a lo mejor me están 'vendiendo gato por liebre' -que esa es un poco la figura final-, el funcionamiento del mercado se ve negativamente afectado. Tenemos un peor mercado cuando ocurren estas cosas", señaló Larraín.