Dentro de su informe Perspectivas Económicas Regionales "Un camino largo y sinuoso hacia la recuperación" publicado ayer jueves, el Fondo Monetario Internacional (FMI) cuestionó la aprobación de los tres retiros de fondos de las AFP en Chile, en base a su impacto y consecuencias.
En un anexo específico que también aborda los giros autorizados en Perú, apunta que si bien estas medidas fueron "parte de la respuesta política para mitigar los efectos económicos adversos" de la pandemia de Covid-19, "favorecieron sobre todo a los hogares de renta alta y se espera que erosionen la capacidad de ambos sistemas (Chile y Perú) para producir pensiones futuras adecuadas", consignó El Mercurio.
El organismo multilateral observa que aunque en Chile los retiros compensaron las pérdidas de ingresos e impulsaron el consumo interno, "no fueron un instrumento específico para apoyar a los hogares de bajos ingresos e informales", por cuanto "el grueso de los retiros correspondió a los hogares de los quintiles superiores de la distribución de ingresos".
Por otra parte, apunta que su promulgación "proporcionó liquidez de sobra a los hogares", lo que es evidente al mirar el aumento de los depósitos a la vista, que pasaron "de un promedio de 12 por ciento entre enero de 2011 y diciembre de 2019, a un promedio de más de 50 por ciento en los meses posteriores a la aprobación del primer retiro".
BAJA EN TASAS DE REEMPLAZO Y ALTOS COSTOS FISCALES
Más allá de estos efectos positivos, el FMI coincide con otros organismos y expertos al señalar que "se espera que los retiros de pensiones debiliten los sistemas privados de pensiones, al erosionar los beneficios esperados de quienes participan en el sistema y esto puede crear costos fiscales implícitos y explícitos".
Por ejemplo, si antes de la pandemia el sistema arrojaba tasas de reemplazo de aproximadamente el 40 por ciento -por debajo de las observadas en la OCDE y otros pares de la región, se espera que los retiros las disminuyan, "especialmente en el caso de las (personas) de mayor edad que no tienen tiempo para reconstruir sus activos".
"Evans y Pienknagura (2021) proyectan un descenso del 20 por ciento en el componente de autofinanciamiento de las pensiones debido a los retiros, o lo que es lo mismo, una disminución de 3 puntos porcentuales en las tasas de reemplazo", y respecto a costos fiscales, los mismos autores estiman que en valor presente representaría "de 3 a 6 por ciento del PIB debido a un aumento en el costo del pilar solidario del sistema de pensiones financiado por el Estado".
Por otra parte, el órgano destaca el rol de los bancos centrales de Chile y Perú en el proceso de liquidación de activos para los pagos de fondos a los afiliados, puesto que "el potencial impacto adverso de las retiradas en los mercados financieros fue amortiguado por la rápida y amplia reacción de los bancos centrales".
Así, "tras un periodo inicial de turbulencias en los primeros meses de la pandemia, los mercados financieros tanto en Chile y Perú se recuperaron, borrando las pérdidas iniciales. La rápida recuperación de los mercados financieros se debió en parte a las decisivas medidas adoptadas por los bancos centrales de Chile y Perú".