Nuevo libro revela amores de Marlon Brando con famosos de ambos sexos
James Dean, Marilyn Monroe, Laurence Olivier y hasta Edith Piaf figuran entre las conquistas del protagonista de "El padrino" que aparecen en el texto "Brando unzipped".
James Dean, Marilyn Monroe, Laurence Olivier y hasta Edith Piaf figuran entre las conquistas del protagonista de "El padrino" que aparecen en el texto "Brando unzipped".
Marlon Brando tuvo amores con artistas de ambos sexos, según revela un libro que será publicado próximamente.
Darwin Porter, autor de "Brando unzipped", del que el dominical The Sunday Times adelantó algunos extractos, señala que entre sus conquistas figuran actores tan conocidos como Burt Lancaster, Laurence Olivier, John Gielgud, Tyrone Power, James Dean, Montgomery Clift o el compositor Leonard Bernstein.
La lista de sus amantes femeninos no es menos larga e incluye a Shelley Winters, Ava Gardner, Marilyn Monroe, Gloria Vanderbilt, Ingrid Bergman, Anna Magnani y al mito de la canción francesa Edith Piaf.
Tras la muerte del actor, a los 80 años, en julio de 2004, la prensa publicó que sus cenizas se habían esparcido en Tahití y en el Valle de la Muerte (California) junto a las de otro actor y amigo suyo, Wally Cox, fallecido en 1973.
Según Porter, Cox, también actor, había sido un amor de juventud de Brando, que conservó sus cenizas en una urna durante más de 30 años y dispuso que, a su muerte, se mezclaran con las suyas.
Brando, que afirmó en cierta ocasión que ninguna mujer le había hecho feliz, confesó una vez que si Wally Cox hubiese sido del otro sexo, la relación habría terminado en matrimonio.
Eterno descontento consigo mismo, como le describe el autor del libro, Brando no encontró nunca un papel cinematográfico que le satisficiera plenamente, ni siquiera los que le reportaron sus dos estatuillas de Hollywood: "On the waterfront" y "El padrino".
Porter revela la alcoholismo de la madre de Brando, también actriz, sus infidelidades matrimoniales, entre ellas con Henry Fonda, entonces un jovencísimo actor.
En Nueva York, adonde fue a estudiar para actor, Brando conoció a la futura Marilyn Monroe en un bar en 1946 y, según relató él mismo a un amigo, un tal Carlo Fiore, le ofreció 15 dólares para que le acompañara a su apartamento alquilado y se acostara con él.
La propia Marilyn confesó que se había acostado con hombres pero no por dinero, sino para poder comer: "Yo negociaba (con el hombre) un desayuno, un almuerzo o una cena, según la hora del día".
Una de las revelaciones más sorprendentes del libro es, sin embargo, la relacionada con Edith Piaf.
La seducción no fue fácil, según contó Brando a otro actor con quien también terminaría acostándose: cuando ella le llevó a su apartamento después de almorzar juntos, él pensó que era para hacer el amor.
"¿Por quién me tomas? ¿Acaso por una prostituta de Pigalle?", preguntó indignada la Piaf al ver cómo Brando se había desnudado y metido en la cama sin consultarle.
Al día siguiente, sin embargo, la Piaf le cantó al parecer por teléfono "La vie en rose" a modo de disculpa, y dos noches después, Brando añadiría una nueva conquista a su ya larga lista. (EFE)