Tras la fracasada venta de entradas para el "The Eras Tour" de Taylor Swift, Ticketmaster y Live Nation Entertainment, su empresa matriz, han sido apuntadas e investigadas por irregularidades, siendo recientemente demandados por un grupo de fanáticos de la intérprete de "Lavander Haze".
Según el documento obtenido por Deadline, los seguidores de la cantante acusan a la compañía de "fraude, fijación de precios y violaciones antimonopolio", mencionando también que estaban "ansiosos por permitir" revendedores en la preventa para "cobrar tarifas adicionales en las entradas revendidas".
"Creemos que tanto Taylor Swift como sus fanáticos se vieron afectados por Ticketmaster", dijo Jennifer Kinder, abogada de los 26 demandantes en The Washington Post, asegurando que la empresa se metió "con la 'fan base' equivocada".
Además, Kinder mencionó que desde que fue presentada, ya hay otros 150 fanáticos interesados en firmar la demanda.
La demanda ingresada en un tribunal de Los Ángeles, California, sostiene que, aunque no hayan tenido intención de colusión, la ticketera no estaba lista para atender la alta demanda de tickets para la serie de conciertos de la once veces ganadora del Grammy, exigiendo interponer una multa civil de $2500 dólares por cada una de las infracciones.
Tras la cancelación de la venta general de entradas el pasado noviembre, Ticketmaster ha publicado una serie de comunicados disculpándose con los seguidores de la cantautora de 32 años, así como con la misma Swift, quien los responsabilizó por el fiasco.