Las artistas rusas fueron declaradas culpables de "incivilidad por odio religioso".
Fueron detenidas por cantar en una catedral ortodoxa un tema contra el presidente ruso.
A dos años de cárcel fueron condenadas las tres integrantes del grupo punk ruso Pussy Riot, juzgadas por cantar en una catedral ortodoxa contra el presidente ruso, Vladímir Putin y declaradas culpables de "gamberrismo (un acto de libertinaje, grosería o incivilidad) motivado por odio religioso".
En vísperas de la sentencia, las integrantes del grupo han recibido el apoyo de famosos del espectáculo -como Madona, Sting, Paul McCartney y Red Hot Chili Pepper- y de activistas en diferentes partes del mundo, desde Helsinki a Viena pasando por Londres, Nueva York o Kiev.
Segun explicó la magistrada, las integrantes del grupo que está bajo protección policial y por lo que, al parecer, su rostro no fue mostrado en pantalla, cometieron "acciones provocadoras y humillantes en un templo religioso, que afectaron a un amplio círculos de creyentes".
De acuerdo con el fallo, las acusadas, Nadezhda Tolokónnikova, Yekaterina Samutsévich y María Aliójina, incurrieron en "clara falta de respeto hacia los visitantes y a los sacerdotes del templo, humillaron y ofendieron profundamente los sentimientos y los referentes religiosos de los creyentes ortodoxos".
"No se consideran culpables, no se arrepienten (...), califican sus acciones como una expresión política de forma artística", dijo la jueza, que en breve anunciará la pena que impondrá a las integrantes del grupo punk.
