Al menos dos líderes estudiantiles fueron detenidas en Nicaragua por la Policía Nacional, en medio de la ofensiva del gobierno de Daniel Ortega contra Universidad Centroamericana (UCA), entidad jesuita cuyo cierre forzó Managua.
El gobierno nicaragüense oficializó el pasado viernes un decreto que canceló la personalidad jurídica de la UCA, vigente desde agosto de 1960.
Considerada uno de los últimos bastiones de libertad de pensamiento en Nicaragua, la UCA debió traspasar por orden judicial sus activos muebles e inmuebles, así como sus cuentas bancarias, al Estado, después de haber sido acusada de delitos de terrorismo.
Además, se confirmó que la policía también allanó la residencia en la que habitaban los sacerdotes que estaban a cargo de la UCA y "todos los sacerdotes fueron expulsados, por lo que se vieron obligados a trasladarse a la comunidad San Ignacio, del Colegio Centroamérica, en Managua", relató el medio Confidencial, que dirige el periodista Carlos Chamorro, a quien el régimen le quitó la nacionalidad.
En tanto, el activista por los derechos humanos Álvaro Leiva Sánchez recordó que la propia UCA distinguió con el título de doctor "honoris causa" a Ortega, hace 33 años.
"Mal paga el diablo a quien bien le sirve. Qué ironía de la vida: hace 33 años la UCA otorgó un honoris causa a Daniel Ortega por sus méritos para 'dejar el poder' en 1990, y, ahora, el mismo dictador confisca la UCA", escribió el también secretario ejecutivo de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH) en sus redes sociales.
Daniel Ortega, de hecho, estuvo 10 meses estudiando Derecho en la UCA, pero dejó la carrera para sumarse a la lucha armada contra la dictadura de los Somoza (1937-1979); y luego dos de sus hijos, Daniel Edmundo y Juan Carlos Ortega Murillo, se graduaron de Sociología y Comunicación Social, respectivamente, de la casa de estudio.