Amado Boudou está acusado por negociaciones incompatibles y enriquecimiento ilícito.
"Tengo confianza en todo lo que he hecho y en todo lo que voy a seguir haciendo", dijo.
El juez no dejó que Boudou grabara su declaración como "acto de defensa".
El vicepresidente argentino, Amado Boudou, declaró este lunes como imputado por su participación en un caso de corrupción que incluye negociaciones incompatibles y enriquecimiento ilícito.
Boudou acudió ante el tribunal para ser indagado por el juez Ariel Lijo, en el marco de la causa que investiga la presunta compra ilegal de una imprenta de papel moneda cuando era ministro de Economía.
Se le acusa de haber comprado, a través de testaferros y junto al empresario José María Núñez, la imprenta Ciccone Calcográfica, que tenía contratos con el Estado.
El vicepresidente ha atribuido las acusaciones a una campaña orquestada por los medios e insistió que se le permitiera grabar su declaración con una cámara y con la presencia de un taquígrafo del Senado como "acto de defensa", lo que fue rechazado por el magistrado.
"Estoy muy tranquilo. Tengo confianza en todo lo que he hecho y en todo lo que voy a seguir haciendo", comentó Boudou a los periodistas antes de declarar.
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, pidió que se respetara "el debido proceso" judicial.
"Muchas veces los medios generan prejuzgamiento, juzgamiento, juicio sumarísimo, condena y sentencia. Eso no es apropiado en un sistema republicano, que tiene que tener publicidad de actos, pero también un debido proceso", destacó Capitanich.
